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Un comunicador social que tiene alma de Viejo Pascuero

Quien siendo niño deseaba que llegara el Viejo Pascuero a dejarle su regalo?…muchos sin dudas aún lo llevan en sus recuerdos…

En Copiapó, existe una persona, específicamente es un comunicador social, Juan Patricio Rojas Díaz,- para los amigos Barty,- que ha dedicado muchos de sus años, a vestirse del personaje gordinflón y ataviado del Viejo Pascuero, entregando alegría a muchos niños, y también a muchos que tienen aún alma de niño

Quisimos conocer un poco más de Juan y su rol como el Viejo Pascuero, que se prepara por meses para llevar alegría a niñas y niños, y a más de un adulto.

“Todo comenzó cuando trabajaba en una empresa del rubro del préstamo de dinero y un grupo de compañeros de la época organizó una fiesta navideña para unos menores de escasos recursos de Copiapó.  Me pasaron traje y sin pensarlo me vestí…todo salió muy bien para ser primera vez. Después con un amigo con el cual trabajamos en el terminal de buses me instó a que trabajara como Viejito Pascuero, él mandó a hacer unos trajes los cuales quedaron muy buenos y así continúe ayudando a Santa Claus en Navidad ya que él tiene mucho trabajo en esta época”, señala sonriendo y lanzando el característico jo, jo, jo….

Este Viejo Pascuero en su trayectoria también va cargado de ternura y escucha a los pequeños que se le acercan. “Siento algo especial porque ver la felicidad de los niños al ver al viejito en frente y te cuentan tantas cosas que pasan por su imaginación y a veces te cuentan lo que pasa en sus casas con sus padres y eso te deja pensando y reflexionando sobre lo que ellos viven a diario. Te  lo cuento porque en dos oportunidades me  tocó escuchar los problemas que ellos tenían en sus casas, pero me entregan su cariño”.

Emocionado narra que “Una una vez en una actividad que realizó una empresa minera se me acercó un niño y me dijo que si podía ir a su casa en Navidad y que le llevara regalos a sus hermanos. Me acuerdo que en aquella oportunidad traté de conseguir el contacto de los padres y no pude y eso me dejó muy triste”.

En su dilatada vida como pascuero,- que son por alrededor de dos décadas-, ha aquilatado diversas experiencias y recuerdos.

“Una de las anécdotas que destaco fue cuando junto a Diario Chañarcillo  hace un par de años atrás me dejaron encerrado en una sala del colegio Héroes de Atacama, mientras el animador me llamaba. Recuerdo que llamaba por teléfono a Héctor y no me contestaba por la bulla  al final  abrieron la sala y pude salir.

Así organizaciones sociales, deportivas, culturales, conocen su arte, “Hago un recorrido por diferentes sectores de Copiapó, antes lo hacía con mi familia hasta las 12 de la noche, pero por cosas de la vida hubo varios años que he salido con algún primo y amigo que me acompañan hasta temprano y después me van a buscar en la última casa”.

“Cada año hay una motivación diferente porque el ver la sonrisa de los niños reflejada en sus caritas  felices al recibir el regalo que ellos le pidieron al viejito por que se portaron bien y se comieron toda la comida durante el año. Siempre hay momentos durante el año en que piensas en lo que vas a hacer. pero llega el día y siempre es de la misma forma que en años anteriores con el amor y el cariño de siempre hacia los más pequeños de los hogares”, añade no con cierta emoción.

Finalmente el Viejito pascuero, reconoce que faltan pocos días para la Navidad, en que los niños y niñas esperan un regalo. Por eso aprovecha de entregar un mensaje “el Consejo es que hagan caso a las recomendaciones que les dan sus padres en esta situación que estamos enfrentando que todo es para que ellos puedan disfrutar de la vida junto a sus amigos y familiares”.

Termina la conversación se levanta, agarra la bolsa de regalos que porta y camina no sin antes lanzar con su fuerte voz “jo, jo, jo, jo, felicidad para todos..jo, jo, jo, jo Feliz Navidad para todos”.

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