Terreno donde reubicarán a las familias de Nantoco no ha sido comprado

El ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, aseguró que no se ha comenzado a diseñar ni ejecuta ningún plan, porque todavía no se ha adquirido ningún espacio, pese a que han sido recomendado varios y uno ya está en la mira.

Por Frenny Kelly Granado). Hace más de seis meses que la Municipalidad de Tierra Amarilla, el Gobierno Central y la Minera Candelaria firmaron un acuerdo para reubicar a las 120 familias que ocupan el Barrio Transitorio de Emergencia Nantono, en la referida comuna, y hasta ahora el proyecto sigue en “stand-by”, o en modo de espera, para castellanizarlo.

¿La razón?, que todavía no se compra el terreno en el que -se supone- comenzará a ejecutarse el proyecto de edificación de viviendas solidarias para dar -de una vez por todas- un hogar real a las personas que quedaron damnificadas en los aluviones del 2015 y 2017.

Esta afirmación la hizo el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, en una entrevista en la que se le consultó el motivo por el cual todavía no se ha dado respuesta a las familias que esperan por un inmueble definitivo, pese a los compromisos que se han asumido desde el momento de la instalación del barrio.

En primer lugar, aclaró que no es el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), sino el del Interior y Seguridad Pública el que tiene directas competencias sobre los Barrios Transitorios de Emergencia y “ahí está la madre de todos los problemas”, ya que este organismo “no tiene la experiencia, ni el conocimiento para administrarlos”.

La consecuencia de esto, dicho por el Secretario de Estado, es que le haya costado mucho trabajo llevar adelante la complejidad social que significa dirigir las estrategias de acción para erradicar los Barrios de Emergencias que quedan en el país, incluyendo Nantoco en Tierra Amarilla.

Para que esta situación se revierta y el organismo competente pueda hacerse cargo, se discute el Proyecto de Ley en el Congreso que modernizará el funcionamiento de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), de modo que “la búsqueda de soluciones definitivas para las familias será responsabilidad del Ministerio de Vivienda”.

Ahora bien, aclarado el punto de que el Minvu no tiene la responsabilidad directa de solucionar estos problemas, es importante ratificar que sí participa activamente en el proceso de reubicación de las familias, pues además de elaborar los proyectos y dirigir las ejecuciones, otorga los subsidios para la adquisición de las respectivas residencias.

NANTOCO

En el caso puntual de Nantoco, las soluciones se han demorado porque el Ministerio del Interior y la Minera Candelaria no han adquirido, todavía, el terreno donde emplazarán las casas definitivas, pese a que lo han buscado, según dejó claro el ministro Monckeberg.

“No se ha comprado el terreno, lo están buscando; nos pidieron a nosotros que lo recomendáramos, le dimos un listado gigante de terrenos y ellos ya tienen detectado uno. No es que no se hayan preocupado, pero la verdad es que no lo han adquirido”, acotó.

El compromiso inicial que tenía el Minvu en esta etapa era identificar algunos terrenos, evaluar la factibilidad de construcción y recomendarlos para que los responsables hicieran la inversión correspondiente y, de acuerdo con lo que explicó el ministro, eso se cumplió.

Una vez que el terreno se compre, el Minvu nuevamente tomará las riendas y se encargará de otorgar los subsidios a las familias, así como diseñar y ejecutar el proyecto definitivo. El plazo que fija la autoridad ministerial para ese proceso es de seis meses en adelante.

“Desde el momento que el Ministerio del Interior y Candelaria se pongan de acuerdo en el terreno y lo adquieran, nosotros en un plazo de aproximadamente seis meses, elaboraremos el proyecto y comenzaremos a coordinarlos para la construcción de las viviendas definitivas”, puntualizó.

Una vez que el Minvu eche a andar el proyecto, elegirá a una entidad patrocinante y construirá los inmuebles en plazos que dependerán de la elaboración y las interacciones con las familias, quienes participan en todo el proceso.

Fotos: Referencial / Juan Carlos Moreau