Terrapuerto Atacama podría tener que cerrar sus puertas con graves perjuicios para concesionario y locatarios del terminal
De no mediar una pronta solución de las autoridades, Terrapuerto Atacama podría cerrar sus puertas, con el consiguiente daño económico tanto para el concesionario, como para los locatarios y copiapinos, afirman desde la concesionaria, Contractal Limitada.
En el año dos mil catorce, bajo el anhelo de muchos años de autoridades y principalmente de los ciudadanos que viven y transitan por la ciudad de Copiapó, se licitó la concesión del terreno denominado “El Polvorín”, con el espíritu de crear un terminal interprovincial para la ciudad que mejorase la vialidad y la calidad de vida de los copiapinos.
La empresa constructora, Contractal Limitada, se adjudicó dicha concesión onerosa a través de un contrato con el Ministerio de Bienes Nacionales, lo que le permitió la construcción, explotación y materialización de dicho sueño.
Para iniciar la construcción, la empresa tuvo muchos inconvenientes. Hubo que esperar el traslado del ejército que ocupaba las instalaciones concesionadas, resistir los aluviones del año dos mil quince y dos mil diecisiete, realizar estudios de factibilidad de agua potable y alcantarillado y cumplir con las medidas de mitigación exigidas por las autoridades cuyos costos fueron tan elevados como el valor total que exigía el contrato de concesión.
A esto debemos agregar el estallido social y la pandemia, que repercutieron aumentando aún más los costos y plazos debido a la escasez de mano de obra y al aumento en los precios de los materiales de construcción en más de un 50%.
A pesar de todos estos desafortunados acontecimientos, el 2018 la empresa obtuvo los permisos de construcción por parte de la autoridad y pudo cumplir con los plazos exigidos y consensuados con el Ministerio de Bienes Nacionales para la entrega de la obra, abriendo las puertas del “Terrapuerto Atacama” en enero de 2022.
El edificio entregado es amplio, cómodo, seguro y moderno, sin duda uno de los mejores del país. Las instalaciones se componen por siete mil doscientos metros cuadrados de construcción, que incluyen mil metros cuadrados de salas de espera, doscientos cuarenta butacas, treinta y dos boleterías, diecinueve andenes y patio de maniobras de mil metros cuadrados para buses, cinco mil metros cuadros de estacionamiento para buses, estacionamientos subterráneos para ciento diez vehículos, treinta cinto locales comerciales y siete restaurantes. Es un polo de desarrollo económico y de generación de más 200 empleos para los copiapinos.
El terminal ha sido visitado y apreciado públicamente por todas las autoridades de la región, constatando que se invirtió muchísimo más recursos que los solicitados por las bases de licitación. Las empresas de buses interurbanos han declarado públicamente que para ellos es un avance importante, tanto para sus trabajadores, así como para sus pasajeros.
A pesar de ser inaugurado en enero del dos mil veintidós, a casi un año de esa fecha, el Terrapuerto de Atacama no ha podido funcionar a cabalidad ya que el decreto que regulariza el tránsito de buses por la ciudad y prohíbe el ingreso de estos al casco histórico, aún no entra en vigor, no obstante haber sido publicado en el diario oficial el 15 de noviembre de 2022.
A pesar de los esfuerzos y compromiso del Gobierno Regional, las distintas reclamaciones deducidas ante la Corte de Apelaciones por empresa de buses privadas, significaron el retiro del decreto en comento implicando un gran retraso para el funcionamiento del Terrapuerto de Atacama.
Esto está generando grandes pérdidas económicas y externalidades negativas a las empresas pequeñas de buses, a los locatarios que ya tienen sus negocios instalados en el terminal y al Terrapuerto de Atacama, ya que a pesar de tener contrato vigente con la gran mayoría de las empresas de buses, estas no pueden trasladarse a operar al edificio, y siguen en el centro de la ciudad, ya que la empresa que hizo el reclamo sigue funcionando dentro del casco histórico.
Terrapuerto de Atacama está a la espera de una nueva resolución, esperando tener prontas noticias que les permitan poder brindar su servicio a todos los copiapinos, garantizando un alto estándar de calidad y seguridad.
“Con el Terrapuerto prácticamente paralizado, a un año de la inauguración, de mantenerse la situación como está, sería la ruina para el terminal y sus locatarios, esperamos que de alguna forma las resoluciones que disponga la autoridad se cumplan, y las cosas sigan adelante, respecto al cierre de los terminales de buses que están en la zona del Centro de Copiapó que están determinadas como casco histórico”, afirmó el gerente de Contractal, Claudio Atal.
“Nosotros construimos un terminal para Copiapó, ese es el espíritu de la concesión, eso era lo que establecía, la construcción de un terminal de buses para la comuna, era según se había dicho, algo tan anhelado para la ciudad, y estamos hablando de un terminal de lujo, esto es la ruina también para los locatarios que arrendaron, y para nosotros como inversionistas, si seguimos así, vamos a tener que cerrar el terminal, no podemos mantener por mucho tiempo más esta situación”, agregó.