La institución creada en Copiapó nace mediante un grupo de padres comprometidos con la educación inclusiva dando vida a un proyecto que está transformando la enseñanza para niños con trastorno del espectro autista (TEA). En este contexto, nació en 2019 la escuela Teabrazo, un espacio que promueve un aprendizaje práctico y vivencial, adaptado a las necesidades específicas de sus estudiantes.

La escuela Teabrazo nació como una respuesta a la falta de opciones educativas que pudieran ofrecer esta modalidad, y su propósito ha sido siempre proporcionar un espacio donde los niños puedan desarrollarse de manera integral: social, emocional y cognitivamente.

El establecimiento, que comenzó con apenas cinco alumnos en una pequeña instalación, ha crecido significativamente en estos años. Actualmente, educa a 13 estudiantes, de entre 6 y 17 años, en un entorno diseñado para fomentar su desarrollo integral. Entre sus instalaciones se cuentan tres salas de clases, una cancha, un huerto, una sala de computación y un pequeño negocio que ayuda a los niños a adquirir habilidades prácticas, entre otros espacios.

NUEVA SALA DE ESTIMULACIÓN

Sin embargo, el logro más reciente de Teabrazo ha sido la construcción de una sala de estimulación, gracias al apoyo del Fondo Concursable 2024 de Nueva Atacama. Este espacio, equipado con columpios sensoriales, pelotas, colchonetas y otros elementos diseñados para regular los niveles de ansiedad y energía de los niños, ha sido clave para mejorar su desempeño académico y emocional. Factores clave para ayudar a los niños a concentrarse mejor en sus clases y a socializar de manera efectiva.

Al respecto, Nicole Piñones, secretaria de la agrupación, declaró: «Nos sentimos muy felices al saber que el Fondo Concursable de Nueva Atacama consideraba proyectos de salud. Nos orientaron durante todo el proceso de postulación y logramos lo necesario para crear nuestra sala de estimulación».

Gracias a estas nuevas instalaciones apoyadas por la empresa sanitaria Nueva Atacama, la escuela transformó sus instalaciones y ahora ofrece a sus estudiantes las herramientas necesarias para un mejor desempeño académico y emocional. «El aporte recibido por Nueva Atacama ha sido fundamental para nosotros. Nos ha permitido ofrecer un espacio adecuado para que los niños puedan regular sus emociones y energía de manera adecuada, lo que impacta directamente en su aprendizaje. En 2024, todos aprobaron sus exámenes libres con éxito», cerró Piñones.

Teabrazo continúa enfrentando la alta demanda de educación especializada en la región, donde buscan reafirmar su compromiso de proporcionar un entorno seguro y estimulante que permita a los niños desarrollar todo su potencial. Con su enfoque innovador y el respaldo de la comunidad, esta escuela sigue marcando un camino esperanzador hacia una educación más inclusiva.