Por primera vez joven de la Red de Protección a la Niñez y Adolescencia cursará estudios superiores en la Universidad de Atacama-sede Vallenar
Hasta la sede de Vallenar de la Universidad de Atacama, llegó el equipo del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia de Atacama, encabezado por el director César Guzmán, lo esperaba Juan Salvador Campos, director general de la casa de estudios estatal regional. En una mesa de trabajo, conversaron sobre el convenio colaborativo que facilita la entrada de jóvenes del Servicio que se preparan para la vida adulta e independiente y que, han decidido continuar con sus estudios superiores en la Universidad de Atacama. A la instancia se sumaron la directora de la Residencia de Freirina, Catherine Contreras, donde junto a funcionarias de la residencia de Freirina, concretando un trabajo relacionado con la habilitación de ingresos especiales para jóvenes que están en preparación para la vida adulta, en esta ocasión con Celeste Rodríguez.
Emocionado por el ingreso de Celeste, que gracias al trabajo intersectorial y a este convenio colaborativo, queda demostrado que vivir en una residencia no es un impedimento para acceder a una carrera universitaria, el director regional del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y la Adolescencia, César Guzmán, dijo “estamos muy contentos porque una vez más el trabajo colaborativo entre las instituciones públicas, ha logrado que una joven de nuestra red de protección, pueda acceder a lo que hemos llamado hoy día preparación para la vida independiente, ingresando en este caso a la Universidad de Atacama, en la sede de Vallenar a una carrera nueva para cursar su educación superior, esto es lo que buscamos hacer con este nuevo Sistema de Garantía de los Derechos de los niños niñas y adolescentes y acompañar a los niños, a los adolescentes, pero también a los jóvenes en su trayectoria educativa para que puedan recibir educación de calidad, como cualquier otro niño de nuestro país”, pero la autoridad en niñez y adolescencia regional también extendió un llamado a la sociedad civil, “el llamado es a todos los actores del sistema, a las instituciones de educación pública y educación superior privada, a que nos ayuden en esta tarea de la protección, a las empresas a que nos ayuden, nos colaboren con entregar becas a estos estudiantes, necesitamos que cursen la educación superior, la protección es tarea de todos, del Estado, de los privados, de la sociedad civil en su conjunto”, apuntó.
En esta conversación, el director general de la sede pudo exponer lo que significaba incorporarse a la casa de estudios, las responsabilidades que debía asumir, así como también el equipo técnico y humano que la acompañaría durante el curso de su carrera de Técnicos en Enfermería de Nivel Superior, que además es primera vez que se impartirá en la sede comunal, por lo que la cantidad de postulantes superó todas las expectativas, contó el directivo.
Al respecto Juan Salvador Campos, director general sede de Vallenar de la Universidad de Atacama, dijo “Estamos muy contentos por esta colaboración virtuosa, que sólo trae beneficios. Estamos recibiendo esta nueva estudiante que ingresan a la Universidad de Atacama, que busca una nueva oportunidad para aportar al desarrollo de la región. Esperamos que sean cada vez más estudiantes en esta virtuosa por la colaboración y podamos aportar así, de manera en conjunta, a formar profesionales que aporten acá en la zona, en la Universidad de Atacama van a tener siempre un aliado, un apoyo para que puedan realizar sus estudios en educación superior, tenemos una variada oferta académica y ellos pueden elegir la carrera que más esté relacionada a sus intereses, aquí estaremos felices para recibirlos y poder apoyar ese proceso universitario
La visita culminó con un recorrido por la casa de estudios, donde la nueva alumna conoció, no sólo las instalaciones, sino también a los profesores más emblemáticos, a quienes realizan talleres extraprogramáticos, que permiten a los alumnos salir de sus áreas de estudios tradicionales y relajarse con música o diseño con impresoras 3D. Celeste Rodríguez sonreía tímidamente, quienes la mirábamos de reojo podíamos imaginar que salir de la residencia y conocer nuevas realidades, las historias de sus compañeros y compañeras de carrera la devolverán a sus 19 años, permitiéndole vivir su juventud normalmente.