Octavio Echeverría, sociólogo y analista político atacameño: “Hay una sensación general de abandono en la comuna de Copiapó”
Según el ex asesor constituyente, los próximos comicios municipales serán un factor a evaluar para las fuerzas políticas respecto a la gran representación del Frente Amplio en Seremis. Lo que se prevé, de acuerdo a Echeverría, es una dispersión de votos movilizada por la “deslegitimidad ciudadana” hacia los proyectos comunales del alcalde López y el ex alcalde Cicardini. Por su parte, la derecha tendría su prueba de fuego: aprender a negociar, conseguir el Gobierno Regional y mantener la aparente ventaja de Barrionuevo.
En octubre, la capital regional experimentará un proceso eleccionario particular. Hasta el momento, siete candidaturas, desde distintas veredas políticas, se han inscrito para disputar el sillón edilicio. Con recursos del royalty en marcha, que alcanzaron la cifra de casi dos mil millones de pesos para la Municipalidad de Copiapó, el próximo alcalde tendrá el desafío de darle viabilidad a proyectos que avancen en una modernización de la ciudad.
Asimismo, la Región de Atacama se registró como la cuarta región con mayor tasa de homicidios según el Informe Nacional de Víctimas de Homicidios Consumados correspondiente al año 2023. Pese a que esta cifra contrasta con la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, que posicionó a la región como una de las menores en torno al índice de victimización, la sensación de inseguridad en Atacama es mayor al promedio nacional de 90,6%.
El río Copiapó, el duelo López/Cicardini y la incógnita del Frente Amplio, son las temáticas que el sociólogo y analista político copiapino, Octavio Echeverría, reflexiona junto a Diario Chañarcillo ad portas de cumplirse el plazo para inscribir candidaturas a alcalde, concejales, consejeros regionales y gobernador regional.
El abandono electoral
¿Dónde están las prioridades ciudadanas de cara a estas elecciones?
Lo que se vislumbra, dentro de los diferentes datos y diagnósticos que han surgido y que pueden ser posibles de acceder y de cruzar, es que la prioridad ciudadana número uno es la seguridad. Eso es transversal a todo el país. Luego están los elementos propicios de la comuna, como la movilidad/transporte y el medioambiente, particularmente el río Copiapó como un punto muy fuerte de articulación en cuanto a identidad y memoria.
También aparece con énfasis lo que es la visualidad y el estado de deterioro, que tiene que ver con las calles en mal estado, la pérdida de sectores productivos y el “afeamiento” generalizado de la ciudad. Esto se interconecta con temáticas como los microbasurales, los relaves y la contaminación del aire. Pero eso no es todo, porque también se cruzan temas de carácter político, donde existe una sensación general de abandono por la falta de participación ciudadana y la visión del municipio como un espacio poco transparente, que las vecinas y vecinos terminan por ligar con la corrupción. Lo importante es ver qué harán las candidaturas con aquello, cómo salir del discurso de orden y seguridad y reordenar las prioridades.
A propósito del relato, el voto obligatorio instala dudas en torno a las posibilidades de predecir resultados. ¿Cómo puede este factor afectar al panorama en Atacama, considerando que ya se conoce más o menos cómo quedaría la papeleta final en las municipales?
Se observa la irrupción de varias candidaturas que han logrado juntar las firmas, o sea, de candidaturas independientes no solo en Atacama sino que a nivel nacional. Finalmente, lo que se lee es el aumento de la grieta de la desconfianza política con actores fuera de los partidos políticos legales. Ahora bien, es difícil garantizar que esto signifique un mayor caudal de votos o de mayor impacto como, en algún momento, lo tuvieron las elecciones de convencionales constituyentes, pero ciertamente tiene que ser un factor de análisis y de la crítica de la legitimidad y a la confianza política.
También tenemos hasta el momento una papeleta amplia, con cinco candidaturas que van fuera del eje Chile Vamos/Alianza de Gobierno. ¿Los independientes serán la sorpresa? ¿Qué otras lecturas implica?
La papeleta es bastante grande y provocará una dispersión importante de votos. Hay que ver si es que alguna de las fuerzas políticas o algún candidato está medianamente disparado, porque, si no es así, la hipótesis establecería que el candidato que menos se resta votos con los demás es Maximiliano Barrionuevo (RN). En contraste, hay una competencia más directa entre Marcos López (PS) y Maglio Cicardini (Ind.) en función de las apoyaturas que se les ha visto, junto a las rupturas que tiene López como el candidato oficialista, donde ya vimos que tiene descolgados en el Partido Radical y el Partido Comunista.
Desde esta premisa, ¿qué figura podría irrumpir favorablemente en esta ecuación?
Por la izquierda, quien tiene bastantes posibilidades de ser competitiva es Joana Barrios del movimiento Recuperemos Copiapó. Si logra salir del nicho y posicionarse como una candidata de unidad ciudadana y transversal, tiene ese perfil que puede ponerla en carrera, pero para eso se necesita mucho trabajo.
Se debe analizar cómo Barrionuevo puede ser dañado por el candidato del Partido Social Cristiano (Sandor Guzmán) o el de Amarillos por Chile (Luis Núñez), pero habría que observarlo porque es el que menos tiene “codos por el lado”. Por otra parte, tanto López como Cicardini vienen bastante deslegitimados por sus proyectos comunales en el pasado.
Hablando de problemas de legitimidad, también existieron fricciones al momento de definir al candidato oficialista. Específicamente, entre la concejala Rosa Ahumada y el actual alcalde López. ¿Qué nos dice del Gobierno y la Alianza que ocurran este tipo de fenómenos?
Nos habla de un quiebre a nivel comunal. El desajuste entre esas dos figuras es, en parte, lo que posibilita esta gran dispersión de candidatos, porque en el caso contrario habríamos visto una disputa visible entre Barrionuevo y Ahumada. Así, el Partido Comunista queda dañado frente al Partido Socialista, porque López es un candidato débil que no cita todo el apoyo del conglomerado.
Aquí la gran pregunta es qué papel juega el Frente Amplio. ¿Van a apoyar en lo formal y descolgarse en lo informal, en las campañas indirectas que hagan sus propios militantes? ¿O va a actuar de una manera ordenada para mantener las correlaciones de fuerza entre el oficialismo? Hay que ver si deciden mantener ciertos cargos o retomar los discursos tradicionales que ellos habían sostenido años antes, donde criticaban las administraciones de López y Cicardini. Son una incógnita interesante, y sería bueno que con el correr del tiempo pudiesen dar señales de su movimiento.
Justamente, la correlación de fuerzas en Atacama respecto a las Seremis es un tema a discutir. El FA, por ejemplo, es el partido con más secretarías regionales luego de la fusión. ¿Se avizora alguna recomposición?
Esa eventual recomposición, si bien no va a depender de las elecciones, será un factor muy importante. Para el Frente Amplio es relevante, mas no determinante, aumentar la representación en concejalías y consejerías regionales para sostener esa gran representación en seremis. Si no hay un gran caudal de votación a su favor, las otras fuerzas pueden llegar a cuestionarlo, y esto es necesario entenderlo no solamente en la configuración de fuerzas del gabinete regional, sino que principalmente en lo que es la disputa en las elecciones de 2025, donde se eligen diputaciones y senadurías. Estamos en una fase de cierre de Gobierno, entonces lo que importa es ver “cómo salimos” más que la ejecución programática.
Ahora, el panorama en el Gobierno Regional es distinto. Hasta el momento no vemos unidad en la derecha, y la izquierda tendrá sus definiciones recién hoy viernes. ¿Qué lectura se puede dar de este fenómeno? ¿Qué otras cosas están en juego cuando se habla del Gobierno Regional?
Es una elección que tiene dos vueltas y que permite a los candidatos ser más radicales en sus relatos para después pasar a segunda vuelta y ahí cambiar radicalmente la estrategia electoral. Son también escenarios donde se abre mucho apetito, porque hay partidos que no tienen ninguna representación a nivel nacional dentro de los gobiernos regionales, como por ejemplo los Republicanos o el Partido Comunista. Una elección como esta les permite competir con sus socios y aún así sacar buenos resultados.
También habría que recordar que Miguel Vargas, si tomamos en consideración la elección pasada, electoralmente se presentan muy débil. Sin embargo, yo creo que se ha posicionado bastante bien con el tiempo, dado que el Gobierno Regional, al tener pocos atributos legales, lo limpia muchas veces de polémica, y si no comete “errores no forzados”, no va a tener grandes polémicas que le vayan restando. Ha podido desarrollar un despliegue en todos estos años que le ha ayudado a fortalecerse más que a debilitarlo.
Finalmente, vivimos el fenómeno de “muchas derechas”, donde Chile Vamos ha tenido que entrar a negociar, un terreno al que no estaba acostumbrado. Ha sufrido una fragmentación, porque si bien comparten temas valóricos, distan bastante entre sí y hacia el centro político.