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Miguel Vargas Correa: «En Atacama si se pueden construir más viviendas sociales, mejorar la calidad de vida de familias de campamentos, generar más empleos y ejecutar obras públicas estratégicas»

*Durante este año, Vargas Correa ha propuesto públicamente construir una sede de la UDA en la provincia de Chañaral y acelerar la puesta en marcha de “obras de mitigación definitivas en nuestras cuencas”.

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Con el objetivo de exponer, analizar y proponer propuestas e ideas completamente viables para el desarrollo y progreso de la Región de Atacama, el ciudadano independiente Miguel Vargas Correa llegó hasta la Sala de Redacción de Diario Chañarcillo.

P: ¿Efectivamente es viable construir más viviendas en esta región?. ¿Por qué cree usted que no se ha hecho?.

R: Categóricamente la respuesta es que sí se pueden construir más viviendas sociales en la región. Cuando fui Intendente de Atacama avanzamos en la materialización de más de 4.000 soluciones habitacionales. No obstante, este esfuerzo y dado el déficit habitacional existente (excesivamente alto para nuestra región), es urgente acelerar el tranco en esta materia y para ello es fundamental “mejorar la gestión”, con un fuerte liderazgo desde el Gobierno Regional. En la administración Bachelet dimos un paso importante con la firma del Convenio de Programación entre el Gobierno Regional y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que permitió resolver los problemas de financiamiento que tenía un número importante de proyectos habitacionales de Atacama. Ahora corresponde tomar otro tipo de decisiones que aceleren la puesta en marcha de nuevos proyectos habitacionales. Un ejemplo en este sentido, puede ser la definición de una política más agresiva de “compra de terrenos”, que tengan factibilidad y que abaraten los costos de urbanización.

Estar en terreno en contacto con la gente, me otorga la posibilidad de escuchar las principales demandas ciudadanas y, claramente, el sueño de la materialización de la casa propia, es una de las más importantes. Hay familias de Comités de Vivienda que llevan más de 10 años esperando, por lo que construir más viviendas es un imperativo ético de todo gobierno.

P: Usted afirma que es posible implementar soluciones transitorias de luz y agua en los campamentos de Atacama. ¿cuál sería la fórmula para ayudar a esas miles de familias, particularmente de Copiapó?.

R: Si hay algo que no puede seguir ocurriendo en nuestra región, es que en pleno siglo XXI, todavía miles de familias no acceden a servicios básicos elementales, como luz y agua. El Gobierno debe buscar vías de solución a este problema y, sobre todo, si las familias de campamentos están dispuestas a colaborar. Así lo han expresado en reiteradas ocasiones los dirigentes de cada uno de los comités.

En nuestro gobierno firmamos un Convenio de Colaboración con la Empresa Eléctrica que permitió avanzar con la instalación de la luz en los campamentos que estaban en el catastro del SERVIU. Lamentablemente, la actual administración no le dio continuidad y se perdió un tiempo valioso en el propósito de llegar, a lo menos con la energía eléctrica, a la totalidad de los campamentos en Atacama. En buena hora se retomó este trabajo, por lo que algunos comités de los sectores “Andacollo” y “Alto Cartavío”, contarán muy pronto con este servicio tan fundamental. El desafío ahora, es llegar a la totalidad de las familias.

Algo similar se tienen que hacer también con el agua potable. Es perfectamente posible encontrar una vía de solución que garantice la continuidad en la entrega del vital elemento. Hemos visto como el reparto de agua a través de camiones aljibe ha tenido algunas dificultades en algunos sectores, motivando las justas quejas de las personas. ¿Por qué no pensar mejor en la implementación de un sistema de distribución transitorio financiado por el Gobierno Regional que garantice llegar con el agua de manera permanente a las familias?.

Esto se puede hacer con el compromiso de los propios vecinos, que están dispuestos a asumir el costo del suministro. Quienes hemos estado en los campamentos sabemos que las familias no quieren nada regalado, quieren pagar por los servicios básicos, tal como lo hacen todos y todas las familias de Atacama.

P: ¿Cómo podemos generar más empleos?.

R: En este tema no se puede actuar con demagogia y tenemos que pasar del “discurso a la acción”. Para ello, se requiere fortalecer la “Alianza Público – Privada”, por cuanto tener éxito en esta materia requiere esfuerzos de todos los sectores. Desde el Estado hay que acelerar los procesos relacionados con la evaluación de los proyectos, pero actuando con rigurosidad y cumpliendo con toda la normativa ambiental. También se requiere avanzar en un “Plan Robusto de Obras Públicas”, como se merece Atacama. Hemos hablado de la importancia de seguir avanzando en la construcción de “obras de mitigación”, que otorguen seguridad a la región, para enfrentar de mejor manera los efectos del cambio climático. La comunidad requiere saber cómo se dará continuidad al “Plan de Reconstrucción”, más aún si los estudios en cada una de las cuencas están practicamente terminados. Siento que en este tema hemos perdido tiempo y, en definiciones de este tipo, por el carácter estratégico que tienen, no podemos seguir esperando.

No todo se puede hacer desde lo público. El sector privado atacameño tiene que jugar también un rol más importante y comprometido con la Región. Valoramos el esfuerzo de muchas y muchos emprendedores que, pese a las dificultades, salen adelante y siguen aportando a la economía regional. Pero también es cierto que hay más de 30 mil millones de dólares en proyectos aprobados ambientalmente que todavía no parten. Hay que buscar estrategias que permitan poner en marcha dichos proyectos, por muy complejo que ello sea. A esto llamo yo “alianzas público – privadas efectivas”.

Otro elemento central es el apoyo a la micro y pequeña empresa, vital en la generación de puestos de trabajo. Hecho de menos un liderazgo más potente del Gobierno Regional en esta materia. Es fundamental articular acciones, en conjunto con las instituciones de fomento productivo, para ir en ayuda de este sector que no lo está pasando muy bien, particularmente en el rubro del comercio y el turismo. En Atacama, hemos desarrollado en el pasado experiencias exitosas, también en momentos de crisis, como el Programa “Reemprende Atacama”, que posibilitó que muchas y muchos emprendedoras se volvieran a levantar, después de los aluviones. Experiencias de este tipo son posibles y representan un balón de oxígeno para un sector fundamental para la reactivación de la economía local.

Seguir avanzando en el proceso de diversificación de nuestra matriz productiva, representa un anhelo de mediano y largo plazo, sin dejar de desconocer la importancia que por mucho tiempo seguirá teniendo la minería, nuestra principal actividad económica. Hay sectores económicos que tienen un tremendo potencial, tales como la pesca, la agricultura y el turismo. Atacama tiene todo como para transformarse en una potencia alimentaria, de la mano de la producción de hortalizas y productos del mar. Hay experiencias exitosas que han comenzado a desarrollarse, que podemos seguir multiplicando con el apoyo de todos los sectores.

Capítulo aparte es el proceso de integración con las provincias del noroste argentino. El “ATACALAR”, representa una tremenda oportunidad que no podemos desaprovechar. Lamentablemente, existe la sensación de que el proyecto se estancó o que no se le está dando la importancia que debiera. En esta materia no podemos seguir perdiendo tiempo, si estamos apostando a diversificar nuestra matriz económico – productiva. El Corredor Minero Ferroviario y Alimentario tiene que ser una realidad y es ahí donde tenemos que enfocarnos como región.

P: Usted ha generado propuestas para la creación de obras públicas. ¿Cuáles destacaría y otorgaría mayor periodización para su ejecución?.

R: Atacama necesita más y mejores obras públicas. Cuando la economía no crece de la mano del sector privado, es el Estado el que tiene que marcar la pauta. La inversión pública es importante para la generación de empleos, para el crecimiento de nuestra economía regional y para seguir mejorando la calidad de vida de las personas. Se han dado pasos importantes, pero tenemos que seguir avanzando. Los convenios de Programación existentes tenemos que seguir mejorándolos, dado que representan una buena forma de complementar recursos sectoriales, con los de la región. Por medio de estos acuerdos hemos concretado importantes proyectos en salud, caminos básicos, viviendas, obras en nuestro borde costero, por mencionar algunas. Llegó la hora de materializar un convenio de estas características para empezar a concretar de una vez las “obras definitivas de mitigación en las cuencas”, que necesita con urgencia nuestra región. Un valor superior que debemos cautelar, es el de la seguridad. Después de los aluviones, esta región no puede seguir siendo la misma.
También en este plano, con nuestro equipo de trabajo hemos realizado algunas propuestas, que consideramos son factibles de implementar en un plazo razonable. Tal como sacamos adelante la Facultad de Medicina en Copiapó, por qué no pensar en una sede de nuestra Universidad en la Provincia de Chañaral. Descentralizar implica también actuar en cada rincon de la región, no solo en la capital regional. Hay que impulsar también proyectos importantes como el “Hogar de Ancianos” en la Provincia del Huasco y el “Centro de Rehabilitación de Niñ@s y Adolescentes con problemas de Alcoholismo y Drogadicción”, en la comuna de Tierra Amarilla. Avanzar como región sólo depende de nosotros. Trabajemos pensando en las personas y con visión de futuro.

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