Madres lesbianas podrían gozar de los mismos derechos laborales que las parejas heterosexuales
Cámara aprobó el martes un proyecto que fomenta la corresponsabilidad parental e involucra a las mamás no gestantes de niños concebidos a través de técnicas de reproducción asistida.
(Por Frenny Kelly Granado). Si bien el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) celebra que la Cámara de Diputados aprobara la ley que fomenta la corresponsabilidad parental y reconoce en ella algunos derechos laborales a madres lesbianas, la vocera de la Disidencia Amazónica de Atacama, Javiera Aguirre, cree que todavía faltan muchas normas para dignificar las relaciones amorosas entre mujeres.
La propuesta que busca equiparar los derechos y deberes laborales que le asisten al padre y a la madre en su condición de progenitores, incluye a las mujeres no gestantes del bebé que su pareja haya concebido mediante técnicas de reproducción humana asistida; el problema, es que no da ninguna otra especificación y, para Javiera, esto es más que insuficiente.
“La Ley no habla de las parejas de lesbianas que decidieron adoptar o aquellas que vienen de afuera y ya traen al hijo de una de ellas; además, establece que solo recibirán permisos en caso de enfermedades graves, pero hay ocasiones en las que los hijos solo tienen un resfriado y requieren de los cuidados de ambos padres” y, en este caso, de las dos madres.
Sin embargo, en la publicación hecha por el departamento de prensa de la Cámara de Diputados el mismo día se lee textualmente que el permiso de nacimiento “se otorgará al trabajador que esté en proceso de adopción”, el cual contará “a partir de la notificación de la resolución que otorgue el cuidado personal del menor”.
Igual que Daniela Andrade, vocera del Movilh, Javiera cree que aun “falta mucho para que se reconozca la doble maternidad” y es por ello que sostiene que los legisladores chilenos deben “involucrarse bien en el tema del lesbianismo para poder hacer leyes que nos favorezcan y nos visibilice como cualquier pareja”, incluso las heterosexuales.
A pesar de que el Movilh considera éste como “un gran avance para las madres lesbianas”, ya que se igualan los derechos laborales en cuanto a permisos por postnatal, enfermedad del niño y fuero maternal, puntualiza que “deberían reconocerse a todas las madres que crían niños, y no solo a aquellas que se han sometido a técnicas de reproducción humana”.
Daniela Andrade tiene esperanzas de que esta ley abra la puerta para la plena igualdad de la lesboparentalidad, pero Javiera agrega que para las mujeres se “ha hecho muy complicado tener una vida de pareja y mucho más ser madres”.
Igual que al padre en una relación heterosexual, la mujer no gestante gozará de un permiso pagado de quince días en caso de nacimiento de un hijo, que será utilizado desde el momento del parto y de otro, por la misma cantidad de días, que podrá ser pactado con el empleador y que será distribuido dentro de los 180 días siguientes a la fecha del nacimiento.
Asimismo, se le dará la oportunidad de cuidar la salud del bebé menor de un año, cuando éste requiera de atención en el hogar y gozará de fuero laboral “durante el período de embarazo y hasta un año después de expirado el descanso de maternidad”.
El proyecto que fomenta corresponsabilidad parental inició con cinco mociones y fue aprobada en una primera instancia el 26 de noviembre, pero sufrió modificaciones cuando lo evaluó la Comisión de Mujeres y Equidad de Género tras algunas indicaciones, por lo que finalmente el martes fue presentado para una segunda vuelta con un artículo único.
Este artículo quedó aprobado con 104 votos a favor, uno en contra y 41 abstenciones y por tanto, despachado a segundo trámite al Senado; de ser aprobado se modificará el Código del Trabajo.
En un comunicado de prensa enviado por el Movilh también se dieron a conocer los resultados de la encuesta “Visibles, lesbianas y bisexuales en Chile”, aplicada en diciembre pasado a 2146 mujeres, la cual arrojó que el 12 % tiene hijos y que de ellas, el 8,3 % lo tuvo mediante técnicas de fertilización asistida.
Del total de entrevistadas y que no son madres, 36 % desea someterse a un método de fertilización asistida y 31 % “tal vez lo haría”. Otro 33 %, en cambio, no quiere probar con esos procedimientos.