Lula intentará reafirmar su liderazgo en Brasil
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió de la cárcel de Curitiba el viernes 8 de noviembre.
El presidente Jair Bolsonaro está cada vez más cercado por sus adversarios, cuya percepción puede acentuarse con la liberación de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), que dejó el poder como el mandatario más popular de la historia de Brasil.
A fines de octubre, Bolsonaro publicó un video en el que se caracterizó a sí mismo como un león acechado por hienas, presentadas con los nombres de partidos políticos -incluido el propio-, organizaciones sociales, medios de comunicación, de la corte suprema y hasta de la ONU.
Pero omitió mencionar entre sus “enemigos” a Lula, un líder de los años dorados de la izquierda latinoamericana, a quien -durante la campaña- advirtió que “se pudriría” tras las rejas.
Poco antes de salir el viernes de la cárcel de Curitiba donde había permanecido un año y medio, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT), de 74 años, publicó un video en el que aparecía entrenando con la música de la película Rocky de fondo.
Al salir, desafió a Bolsonaro
En un sentido discurso frente a sus simpatizantes, arremetió contra sus políticas neoliberales y anunció que recorrerá el país “para seguir luchando para mejorar la vida del pueblo brasileño”.
Ante esto Bolsonaro no reaccionó hasta este sábado por la mañana, cuando pidió en Twitter que no se le dé “munición al canalla” de Lula, que “momentáneamente está libre, pero cargado de culpa”.
Para el analista Thiago Vidal, de la consultora Prospectiva “es obvio que Lula va a eclipsar a Bolsonaro”, ya que “durante unas semanas, Lula será el centro de atención. El problema es saber cómo Bolsonaro y, su gobierno, van a reaccionar”, explicó a la AFP.
Este sábado, Lula, que deberá probar si mantiene su capacidad de liderazgo, tiene previsto dirigirse “al pueblo brasileño” en un mitin frente al Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en las afueras de Sao Paulo.
También hay convocadas marchas contra su liberación en varias ciudades del país.
Por ser un condenado en segunda instancia, Lula, que era el favorito en los sondeos, fue inhabilitado para las presidenciales de octubre de 2018, que terminó ganando Bolsonaro. Y aunque la excarcelación no lo habilita para competir en elecciones, el exsindicalista intentará revigorizar al PT, focalizado desde su detención en la campaña “Lula libre”, de cara a las municipales de octubre de 2020.
Asimismo, tratará de reorganizar a la oposición de izquierda. “Será un desafío mayor para el presidente, en medio de su caída de popularidad y la falta de respuestas a la delicada situación económica”, opina Vinícius Vieira, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sao Paulo (USP).
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