Región - Actualidad

LIBERTAD DE ENSEÑANZA

POR DR. ISIDORO JUAN ZAMBRANO SOTO,
RECTOR COLEGIO SAN LORENZO.-

En medio de la vorágine que vive la Convención Constitucional, y los anhelos de Chile, me permito desde mi sencilla condición de ciudadano, y docente de profesión, levantar mi voz para defender y apoyar la Libertad, especialmente la llamada Libertad de enseñanza, que otorga a los padres de familia el derecho a elegir el colegio para sus hijos. Me parece vital que los maestros y padres, nos involucremos en este sustantivo tema, tan relevante para los tiempos que vienen, la idea es que muchos ciudadanos libertarios, promovamos en la convención constitucional, este a mi juicio vital derecho, para que continúe consagrado en la futura nueva constitución.

Inicio este artículo recogiendo las palabras de uno de mis más admirados educadores Roberto Polain (1977:37): Quién escribió:

“Las sociedades se apoderaron de nuestra escuela, han creado los sistemas escolares que parecen ser precisamente la caricatura de la verdadera escuela, traicionando, muchas veces, la educación y orientándola hacia sus intereses o su política del momento y olvidando que su papel es el de preparar a los hombres que tendrán que dirigir, hacer crecer y controlar el futuro de la sociedad”.

Sinceramente, a los maestros nos espera una dura pero hermosa tarea, que una y otra vez nos vuelve al camino, al camino de los valores, al camino de las virtudes, al camino propio de la naturaleza humana, a la verdadera libertad, en palabras de Covey, a los dones más preciados de lo humano.

Estas últimas ideas, casi como las anteriores, nos hacen, siempre tener esperanzas.  Por ello, creo que estas reflexiones son un regalo de Dios, donde percibo desde cada palabra, la esperanza siempre viva en un mundo mejor, en creer que el hombre es perfectible y rescatable, cuando hombres simples y sencillos como los maestros, seamos capaces de hacer vida nuestros propios ideales en los momentos más críticos de nuestra historia, para sublimarnos como verdaderos testimonios de vida, modelos tan necesarios en esta hora de una modernidad imparable y lejana tan apartada de los valores propios de la naturaleza humana.

Un buen referente de los anterior, son los escritos testimoniales del conocido autor Víctor Frankl quien, con magia sideral, que cruza el umbral de la naturaleza humana, escribió (1995: 69).

“Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón, consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas – la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias – para decidir su propio camino”. Educar para la verdadera libertad, es la gran tarea de esta nueva humanidad, que se ha perdido en su propia creación. Educar para la libertad, es educar en la verdad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *