La Iglesia de Jesucristo junto a otras comunidades de fe, presentaron una “Iniciativa Popular de Norma” a la Convención Constitucional de Chile

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días junto a representantes de otras confesiones religiosas, creencias y agrupaciones de pueblos originarios colocaron en el sitio de la Convención Constitucional una propuesta de norma constitucional sobre el Derecho de los Padres a decidir la educación de sus hijos, la Libertad Religiosa y de Conciencia. El objetivo que se busca es que este texto forme parte de la carta fundamental que regirá a la nación.

La Iglesia mantiene una norma de Neutralidad Política que indica “que esta no respalda, promueve ni se opone a ningún partido, candidato ni plataforma políticos, ni tampoco intenta dirigir a sus miembros en cuanto a qué candidato o partido deben apoyar con su voto”; la Iglesia “alienta a sus miembros a desempeñar un papel como ciudadanos responsables de su comunidad, incluso el mantenerse informados sobre los hechos y votar en las elecciones u otras iniciativas”.

Por otra parte, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días “se reserva el derecho como institución de presentar, de una manera no partidista, los temas que considere que tengan consecuencias importantes para la comunidad o para la moral o que afecten directamente los intereses de la Iglesia”.

Las normas de la Convención Constitucional indican que hasta el 31 de diciembre los ciudadanos mayores de 16 años pueden expresar su opinión sobre el texto de esta iniciativa firmando digitalmente en el sitio Web de la Convención. (https://plataforma.chileconvencion.cl/m/iniciativa_popular/detalle?id=3042)
Ya el 19 de octubre pasado los líderes de la Iglesia habían sumado su voz a una declaración conjunta que se hizo pública y que los unió a representantes de otras confesiones religiosas, creencias y agrupaciones de pueblos originarios. Ese trabajo conjunto continuó desarrollándose y permitió la redacción de una Iniciativa Popular de Norma que fue colocada en el sitio Web de la Convención Constitucional para la firma por parte de la ciudadanía.

Estas “iniciativas” son un mecanismo de “participación popular” mediante el cual una persona o grupo de personas, pueden presentar a la Convención Constitucional una propuesta de texto para ser incorporado en la nueva Constitución. Las propuestas que superen las 15.000 firmas serán discutidas en la comisión correspondiente y votadas para admitir su discusión y votación en el pleno, y decidir si se incorpora al texto constitucional definitivo.
El documento, que se redactó en conjunto con múltiples organizaciones y se elevó al sitio Web de la Convención Constituyente, explica cómo se generó el proyecto, los fundamentos de este y la siguiente propuesta de Articulado presentado como Iniciativa de norma:

La Constitución asegura a todas las personas:

1. La libertad de conciencia y de religión. La libertad religiosa comprende su libre ejercicio, la libertad de profesar, conservar y cambiar de religión o creencias, así como el derecho de asociarse para profesar y divulgar la religión o las creencias, tanto en público como en privado, en cuanto no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público. El Estado no puede coaccionar a persona alguna para actuar en contra sus convicciones o creencias religiosas y toda persona puede abstenerse de realizar conductas contrarias a ellas.

2. Se reconoce a las confesiones religiosas y creencias como sujetos de derecho y gozan de plena autonomía e igual trato para el desarrollo de sus fines, conforme a su régimen propio. Podrán celebrarse acuerdos de cooperación con ellas. Podrán erigir templos, dependencias y lugares para el culto, los cuales estarán exentos de toda clase de contribuciones. Los daños causados a dichos templos, dependencias y lugares para el culto y a las personas en el ejercicio de este derecho se consideran un atentado contra los derechos humanos de los afectados.

3. Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa, espiritual y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.