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LA COLUMNA MARCIAL “El Cinturón Negro”

Por: Luis Astorga Camus .presidente de la Federación Sudamericana de Karate Do

Es quizás el sueño de muchos que se inician en las artes marciales, el alcanzar el grado de cinturón negro, lo ven como una meta que lograr, y muchos una gran mayoría nunca lo alcanzan: otros lo consiguen y como esa era su meta abandonan, pero los que continúan es porque se dan cuenta, que realmente este no era el final del camino, sino que sólo las puertas al verdadero karate. Se dan cuenta que es realmente ahora cuando estamos listos para entender karate, que todo hacia atrás fue un camino de preparación, para llegar a esta fase, en donde ahora todo comienza a fluir y te sigues preparando para un conocimiento mayor, dándote  cuenta que en karate y las Artes marciales nunca terminarás de aprender.

Ahora bien como puedes ver cinturón negro no es solamente colocarse una cinta en tu cintura, para que te afirme tu pantalón o chaqueta, ni tampoco es para jactarse de que tanto sabes de karate. Cuando tú comienzas o te inicias en la práctica de las artes marciales, tú estás entrando en un sistema o modo de vida, que contiene toda una filosofía, que busca que quienes practiquen sean personas que aporten conocimiento y sabiduría a través de las artes marciales al resto de las personas. Ahora bien también hay que tener en cuenta que no es necesario, portar una cinta negra, para ser una mejor persona.

Hagamos también un poco de historia. El karate adoptó el uso del cinturón negro, que se usaba con anterioridad en el judo,- ya que antiguamente en Okinawa, no se usaba más que una chaqueta y pantalón corto para las prácticas de karate,- porque era así como se practicaba el kung fu en China en algunas regiones, y no hay que olvidar que es gracias a la influencia china, que nace el karate en Okinawa. Es más si usted ve antiguas fotos de prácticas de karate antes de 1922, verá que no se usaba ni karategi ni cinta negra, ya que fue a partir de la vuelta o-sensei Gichin Funakoshi después de la exhibición de ese año que se empezó a utilizar el karategi y los cinturones como uniforme. A lo que quiero llegar, o bien dicho explicar, si Ud. quiere ser un cinturón debe saber que es algo que va más allá, que el simple hecho de aprender a dar buenas patadas y golpes. Es dedicarte al cien por ciento y más a mejorar tu yo interior, tu ser metafisico; es buscar siempre la forma de mejorar cada día, y ver cada amanecer como una nueva oportunidad de servir a la vida.

Ahora si usted ya alcanzó el cinturón negro debe entender que el cinturón negro no se porta, sino que se es.

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