LA COLUMNA MARCIAL
Por Luis Astorga Camus. Astorga Dojo. Rodríguez Nº 564.
«TRADICIÓN VERSUS INNOVACIÓN »
En el Karate se establece una diferencia entre la práctica meramente técnica y la práctica de crecimiento interior del practicante, utilizando para ella el “Do” (camino búsqueda espiritual), por lo tanto, es menester señalar que este arte se practica con esa intención de crecimiento personal, en contraste con una práctica meramente técnica.
Es decir, que además del desarrollo técnico, también debe ir de la mano, del desarrollo vivencial de la parte humana y la parte espiritual. Para lograr esto, el Karate Do posee principios y objetivos comunes para el crecimiento de sus alumnos, a saber: respeto, justicia, armonía, esfuerzo, cortesía, entre tantos otros.
Estos principios fundamentales están basados en el código de los guerreros medievales japoneses o Samuráis, llamado Bushido.
Por eso cuando hablamos de estos códigos eternos, hablamos de Dento Karate, de tradición, que hacen a la esencia del Karate.
Estos códigos son transmitidos de generación en generación a través de la palabra y de la práctica, a través del ejemplo y la honorabilidad de los maestros.
No hay discusión sobre qué es mejor o no, si la innovación o lo tradicional, no hay descalificación de otras maneras de pensar, simplemente se trata de comprender cuál es el espíritu del Karate Do, es un camino, es una manera de ser, de estar, de actuar, de ver la vida, es llevar “puestas” esas armaduras Samuráis, templadas por el tiempo, la experiencia, el honor, el respeto…
Estos principios son perennes, perpetuos y que en el incesante devenir de los tiempos se mantienen inmutables.
No se trata de cambiar o modernizar, sino de continuar con una herencia, con un legado inestimable, que hacen que el Karate tradicional sea lo que es.
Si cambiara, entonces, ya no sería Karate, sería otra cosa.
«La sal parece azúcar.. Pero es sal».