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Extranjeros que habitan en campamentos no recibirán subsidios si están irregulares

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo aplicará las fórmulas necesarias para cerrar los caseríos donde sea altamente peligroso vivir. Para ello negociará con las familias que cumplan con las exigencias de Ley.

(Por Frenny Kelly Granado). De las más de 4.600 familias que actualmente ocupan los 73 campamentos que existen en la Región de Atacama, alrededor del 40 % son extranjeras, según el último catastro nacional que se hizo el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) en el año 2018 y que fue actualizado -en su segunda etapa- en septiembre de 2019.

De ellas, la gran mayoría está catalogada como inhábil porque no están documentadas y no tienen regularizados sus papeles, de acuerdo con lo que informa el ministro, Cristián Monckeberg Bruner, respecto a las pocas opciones que tienen para optar a las ayudas habitacionales que serán ofrecidos una vez que se comiencen a ejecutar los planes de clausura de campamentos.

Siempre que estén irregulares “no podemos entregarles subsidios”, así que la única opción que tiene los inmigrantes para poder obtener una vivienda social es regularizarse y esto implica, entre otras cosas, tener sus documentos de identificación al día, contar con un trabajo estable, tener ahorros en sus cuentas bancarias y pasar por el Registro Social de Hogares, que es el que ejecuta los procesos de selección de beneficiarios.

Una vez cumplido estas etapas de regularización “perfectamente puede iniciar los trámites sin problema para que puedan tener una vivienda”, dice el Secretario de Estado al tiempo que asegura que “todo extranjero que esté regular en Chile tiene los mismos derechos que un chileno para postular a los subsidios habitacionales y así ha ocurrido”.

La proliferación de campamentos en Atacama aumentó significativamente en los últimos años, ya que, de 27, en 2011, subieron a 73, lo que demuestra un alto sentido de urgencia habitacional que permite situar a esta región en una de las que mayor cantidad de tomas ilegales y peligrosas tiene en su territorio.

“El problema se ha hecho mucho mayor porque creció de manera importante”, pero, además, porque se instaló en zonas de alto riesgo, lo que evidentemente mantiene ocupadas a las autoridades del Minvu para lograr que las familias sean trasladadas a viviendas definitivas o transitorias, o reciban subsidios de arriendo “si es que nos resulta”.

El déficit habitacional en Atacama es de 7.961, de acuerdo con las cifras oficiales, y gran parte de las personas que engrosan este número, son aquellas que improvisaron casas con material ligero en las zonas altas de las diferentes ciudades, principalmente en Copiapó.

Para evitar la creación de nuevos campamentos ilegales y proteger la integridad de las personas que ya están asentadas en los existentes, el Minvu estableció un plan de acción que prioriza a los que ya

son históricos y a los que indiscutiblemente representan un peligro para los habitantes.

CLAUSURA

El ministro Monckeberg explica que los procesos de cierre en campamentos ya consolidados, especialmente en aquellos sitios cuyos terrenos son vulnerables ante cualquier emergencia natural, deben aplicarse de acuerdo a una de las tres fórmulas de salida.

La primera es radicarlos en el mismo lugar cuando ahí se pueda vivir, es decir, se aprovecha lo que ya se construyó y se urbaniza con los servicios sanitarios de electricidad, agua potable, alcantarillado, pavimentación y reparar las casas.

La segunda es que las familias habiten viviendas que se construyan en otro lado y ese lugar se inhabilita Y el tercero es construir en el mismo terreno sin erradicar ni urbanizar; muchas veces, en estos casos “se entrega subsidio de arriendo a las familias, salen y después vuelven a vivir ahí”.

NUEVAS CASAS

Para poder dar cumplimiento a estos procesos cumpla con su promesa de ejecutar las 5.850 viviendas de tipo Social Sin Deuda o de Integración durante los cuatro años de Gobierno del presidente Sebastián Piñera, las cuales serán entregadas a las familias que en Atacama estén con personas allegadas o las que viven en los campamentos.

Por ello todavía hay que hacer un trabajo importante, puesto que hasta la fecha ya se entregaron 1.051, mientras que otras 1.272 son construidas actualmente y este año se iniciará la obra de otras 944. Quedarían 3.100 para el resto de la gestión.

Fotos: Referencial / Juan Carlos Moreau

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