Entrevista a Guillermo Namor, candidato a convencional constituyente: “La nueva Constitución debe ser un contrato social reformado, justo y participativo para todos”

(Por Rodrigo Ferrada).- Oriundo de Vallenar y egresado de derecho, Guillermo Namor, con 24 años, es uno de los candidatos más jóvenes que se presentan al proceso eleccionario constituyente, dentro de la lista de Independientes no Neutrales.

Dentro de sus propuestas y visión está la reforma del tradicional centralismo chileno, a la concentración del poder político, la inclusión de derechos sociales en la nueva carta magna, y mayor participación ciudadana directa y vinculante en la toma de decisiones importantes para los destinos del país, viendo la constitución más que como un marco regulatorio, como un contrato social.

P: ¿Cuál es tu motivación por ser constituyente y participar del proceso de redacción del nuevo texto fundamental?

R: “Mi motivación principal parte de la base que mi candidatura surge como una apuesta ciudadana, de parte de familia, amigos, gente principalmente de la provincia del Huasco, y surge como una alternativa ciudadana para combatir una cuestión que nos compete a todos que es principalmente la concentración que existe en Chile, me refiero a un tema que es político, que tiene que ver con las decisiones importantes que se toman para la política del país, que es la centralización en Santiago, que ahora esperamos cambie un poco con el tema de los gobiernos regionales y el gobernador regional, que tiene que ver con la concentración económica, que es brutal, hay un estudio de la Universidad de Chile de la Facultad de Economía, que señala que el 0,01% de la población en Chile concentra cerca del 36% de la riqueza, es algo que no se sabe, en la facultad me di cuenta que por mucho que uno viniera de la clase media o pudiera ser de los mejores alumnos de su generación, te das cuenta cuando uno se mide con gente de Santiago, que hay un tema de capital cultural, de manejo de idiomas, de contactos, que básicamente uno tendría que nacer de nuevo para poder aspirar a estar en igualdad de condiciones con ellos”.

P: ¿Crees que hace falta participación ciudadana en la política actualmente?

R: “Esto va más allá del discurso territorial, tiene que ver con la distribución del poder político, y creo que nos debería llamar la atención a todos, hay mucha gente que no sabe que esto está pasando, además, hay que llevar la política a la gente, que es algo que deberíamos hacer todos, que esperamos que independiente de nuestras posturas que perfectamente pueden cambiar, yo creo que la gente tiene todo el derecho a cambiar en su visión política, la idea es que la política sea representativa, y que no sea sólo votar cada cuatro años, sino que de verdad existan mecanismos por ejemplo en mociones legislativas ciudadanas, o vetos legislativos ciudadanos, si queremos poner un veto a algo que no nos parece, que lo podamos hacer, con un margen de seriedad”.

“Otro tema son los mecanismos de control político, que creo es fundamental, no puede ser que la gente elija a personas cada cuatro años, que están “apernadas” en los cargos, y cometiendo corrupciones obscenas, sin poder hacer nada, creo que es una de las cosas fundamentales que debería incluir la nueva constitución, como contrato social, reformado, justo y participativo para todos, en Chile existe la problemática que una persona se siente iluminada para decidir el futuro de otros, y eso es un problema para Chile, porque hacemos que la política sea elegir poco menos que un mesías, que es el presidente, que es un rey que viene a decidir y a salvarnos de algo, y que nosotros entregamos todo eso a los políticos, cuando la política es de todos, y todos debiéramos participar en ella”.

P: ¿Cuáles son los principales cambios que debería incluir la nueva Constitución respecto de la actual?

R: Creo que las cuestiones fundamentales de la nueva constitución, son, lo primero, que todos los que votamos “apruebo” estamos por ello, es establecer derechos sociales, y cuando hablo de esto, a veces es difícil de entender para algunos, al fin y al cabo, la constitución es un contrato social, en el que se dio la casualidad histórica de que en Chile nunca nadie de la ciudadanía había participado en su definición, entonces, como es un contrato social, usted paga sus impuestos y elige a un político para que decida como se gasta esa plata. Hoy en día no hay derechos sociales, sino simples libertades formales, solamente se puede elegir, pero el Estado no garantiza nada, soy de la idea que las personas, deben tener derechos sociales por una cuestión de ejercicio de la libertad, los demás no pueden decidir, simplemente subsisten y eso no puede ser, porque de eso se trata la libertad en su sentido amplio, y eso supone garantizar la educación pública, promoverla y fomentarla, no que quede sólo un lindo artículo en la constitución, sino que de verdad invirtamos recursos y distribuyamos mejor el poder político para levantar en verdad la educación, garantizar el acceso a la salud, vivienda, el Estado chileno es el Estado menos inclusivo que existe en Latinoamérica, de hecho la política en dictadura fue que todos los focos de campamentos y cosas que no eran agradables a la vista, eran erradicados y trasladados, que ya es un tema complejo, porque genera esta concentración económica que sucede en Chile.

“Otro punto importante es generar una agenda anti corrupción, que tiene que ver con cosas primordiales, mecanismos de control, referéndums revocatorios, para que la ciudadanía tenga el control político y así se haga bien el trabajo, ya que el único modo de asegurar que los políticos hagan bien su función es la preocupación de que los puedan sacar del cargo, lo que en todo trabajo existe, entonces ¿por qué ellos no?

P: ¿Qué mensaje entregarías finalmente a la ciudadanía de cara a estas elecciones?

“Que la gente entienda que la política no se agota cada cuatro años, sino que uno puede ejercerla con su gente, con sus juntas de vecinos, que si queremos alguna idea o proyecto que no nos parece podamos vetarlo y que podamos promover plebiscitos, soy de la idea que deberíamos tener más mecanismos de democracia directa y vinculante, y que si hay algo que nos parece mal, votemos, y que las ideas fluyan”.