El rescate de los 33 mineros en Chile cumple 10 años de haber sorprendido al mundo
El rescate hace una década de los 33 mineros de Atacama, en el norte de Chile, se desarrolló “en medio de gran tensión y con la adrenalina a full”, recuerda Manuel González, el primer rescatista que entró y el último que salió de la mina.
Nunca antes se había realizado una hazaña de este tipo: sacar a 33 mineros atrapados durante 69 días a más de 600 metros de profundidad en la vieja mina San José, en pleno desierto de Atacama.
Manuel González, experimentado rescatista voluntario y que trabaja en la mina de cobre El Teniente, fue elegido para ser el primero en bajar al yacimiento el día del rescate: el 13 de octubre de 2010, cuando los ojos del mundo se volcaron hacia el pequeño orificio de 66 cm de ancho por donde saldrían uno a uno los 33.
Con 46 años, Manuel acometió una operación de rescate que -dice- le cambió la vida.
“Viví el parto de mis dos hijos y esa fue una de las sensaciones especiales que sentí cuando llegué ahí abajo, una sensación de alegría y de ansiedad. Soy bien sentimental y tuve que ponerme firme para no quebrarme”, relata González desde su casa en Rancagua.
En ese primer descenso en la llamada “cápsula Fénix”, de cuatro metros de alto y unos 450 kilos de peso, tardó 17 minutos en bajar los 622 metros que separaban a los mineros de la superficie.
“La mayoría lloró y se emocionó mucho, habían vítores de agradecimiento, mucha gente religiosa que se arrodilló; entonces fue muy emocionante para mí”, recuerda González en su casa, donde guarda algunos recuerdos de la mina como piedras, el casco y los guantes que utilizó en el operativo.