DESVINCULACIONES EN TIEMPO DE PANDEMIA
Las organizaciones existen porque tienen un propósito el cual es cumplido por el trabajo diario de las y los trabajadores principalmente de la línea de producción. Trabajadores que van ganando años o volviéndose viejos en sus trabajos al cual le dedican al menos el 70 por ciento de un día de 12 horas.
El resultado de cada trabajo permite la obtención de un sueldo, pero también las ganancias para todos los inversionistas junto con garantizar el pago de la remuneración de la elite planta ejecutiva y los impuestos para el Estado.
La asimetría de poder entre la empresa y un trabajador es brutal y también es brutal las diferencias sociales de ambas partes. Donde ese trabajador pierde más que su trabajo, pues en un país tan desigual como el nuestro, de un día para otro apareces en la pobreza.
Es bien sabido que históricamente las empresas no se caracterizan por enfocarse en el bienestar social de sus trabajadores. Dejando ese papel al Estado y a las fundaciones, a las cuales las empresas las apoyan con recursos con la fantasía de que con ello mitigan los destrozos sociales y ambientales que generan y han generado producto de su operación. Ahora estamos en medio de una pandemia y las empresas, reproducen su formulas ciegas de ganancias, ejecutando acciones que van nuevamente en su beneficio, repitiendo la historia una vez más.
La Pandemia del Covid -19 cae como un gran telón sobre todos, nadie lo advirtió. Otra vez, las empresas reaccionan protegiendo desmedidamente el objetivo de la producción y la ganancia. Ya los trabajadores con enfermedades bases son un problema, pero no es el problema de la empresa, no hay responsabilidad de ella… es el problema del trabajador quien debe rasguñar sólo su propio devenir o es el problema del Estado que debe apoyar a estas personas.
No hay ningún tipo de responsabilidad. Claro, desde esa perspectiva, hay una palabra que lo advierte. Las personas son un “recurso humano” y los recursos son sometidos a la mecánica de los procesos y a los reemplazos de una pieza productiva.
Sin embargo, esta vez se da en un momento histórico, donde las personas y las empresas necesitan la colaboración mutua, donde la muerte y el contagio acecha a los trabajadores y estos con valentía han podido hasta incrementar los niveles de producción por su compromiso con la empresa y sus familias. Dicha situación al mismo tiempo deja visible peligrosamente la posibilidad de fomentar el hambre de la ambición, hacer más con menos personas o “recursos” o bien quizás ya pensar en recontratarlos bajo otras modalidades para favorecer la ganancia.
Es reprochable el actuar de empresas que sin miramientos y sin considerar la gravedad del impacto de sus decisiones en medio de una pandemia recaen sobre la sociedad, sin quiera usar la lógica de la tregua de la ganancia, hacer un paréntesis, suspendiendo momentáneamente por el bien del país y le región la trayectoria de ganar sin límites y sin consideraciones.
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DIRIGENTES SINDICATO SUPERVISORES
COMPAÑÍA CONTRACTUAL MINERA CANDELARIA.-