Definitivo: Este año no habrá Feria de la Candelaria en Copiapó

Alcalde Marcos López informó ayer jueves que tomó la decisión de no realizar el masivo evento dado que no existen las condiciones de seguridad para controlar el orden público en caso de que se presente alguna eventualidad relacionada con el estallido social.

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(Por Frenny Kelly Granado). Con un rotuno no anunció el alcalde Marcos López, de la comuna de Copiapó, que la feria asociada a la Fiesta de la Candelaria no se realizará este año por “razones estrictamente de seguridad”, además del déficit presupuestario que registró la Municipalidad durante el último trimestre de 2019 que no permite hacer una inversión tan costosa.

“Después de los acontecimientos que nosotros observamos en la realización de la PSU, nos damos cuenta que en una fiesta como esa, donde hay una aglomeración de público de gran envergadura y que además se realiza en Circunvalación, que es el eje donde se producen las manifestaciones todos los fines de semana, anticipamos que puede ocurrir un hecho que después tengamos que lamentar”, argumentó el jefe comunal después que terminó la sesión del concejo municipal, donde el tema quedó a la expectativa, ya que es una decisión que solo está a discreción de su administración.

En todo caso, ya no habría tiempo para desarrollarla porque se acortaron los plazos para que el Concejo Municipal apruebe, o no, las licitaciones para los temas sanitarios y de instalaciones eléctricas; es decir, si ayer el alcalde autorizaba la feria, hubiesen tenido que “buscar otro mecanismo de contrato distinto que no sea licitatorio”, de acuerdo con lo que explicó el concejal Wilson Chinga Ferreira.

Pero López había dicho en tres ocasiones anteriores que no estaba de acuerdo con la realización del importante evento, por lo que su anuncio no sorprendió a los concejales que, en su mayoría, comparten con él las razones para suspenderlo.

Miguel Carvajal Macaya, por ejemplo, sostuvo que ante la excesiva afluencia de público, además del corte de tránsito y las limitaciones de los comerciantes que no podrán moverse si ocurre algún hecho, “no tenemos la capacidad para garantizarla como en años atrás”.
López explicó que la decisión fue tomada con base a los peligros que podrían asechar las familias que en su mayoría van con niños pequeños, si llegase a ocurrir un evento que altere el orden público; “no queremos correr ese riesgo”, dijo, al tiempo que consideró que no es conveniente realizarla porque en escenarios más sencillos, como incluso el de la PSU, “la policía no pudo controlar la situación”.
El edil también se apegó a las acciones que han tomado sus homónimos en otras comunas respecto a la suspensión de eventos de entretenimiento masivo; sin embargo, aseguró que tomará medidas para compensar las consecuencias que puedan sufrir los comerciantes locales, quienes aprovechan la tradicional celebración para incrementar sus ingresos, por mencionarlo de alguna forma.
“Buscaremos, más adelante, la forma de compensarlos con otra actividad”, bien sea “en marzo o en abril, donde la Municipalidad también presta servicio de colaboración para que el comercio que funciona en torno a la Candelaria tenga un par de oportunidades adicionales durante el año”.

FINANCIAMIENTO
La estreches financiera a la que se refirió el alcalde para no realizar la feria de la Candelaria sugiere -según puntualizó- que durante los primeros cuatro meses de este año exista una restricción presupuestaria ya que “no sabemos cómo va a continuar”.
Lo que pretende evitar López es que durante los primeros meses de este año se repita lo que ocurrió entre noviembre y diciembre cuando “los ingresos municipales proyectados cayeron más de dos mil millones de pesos”, por lo que piensa que lo mejor es “tener la máxima restricción”.
La realización de la feria implica una importante inversión de recursos que -en estos momentos- los concejales prefieren destinarlos a otras vicisitudes locales; hay que recordar que “el año pasado la feria de la Candelaria significó más de $ 300 millones; plata que en estos momentos la Municipalidad no tiene”, de acuerdo con lo que mencionó el concejal Mario Bordoli Vergara.

APATÍA
En el 2019 gran parte de los locatarios denunciaron un balance negativo en las ventas debido a que tuvieron hasta un 70 % menos de ingreso; la mayoría justificó la pérdida por el cambio de lugar, ya que se realizó frente del Antay Casino y a un costado de la Iglesia Candelaria. Esto podría ser la razón por la que en este año muchos de los comerciantes hayan decidido no participar de la festividad.
El primer mandatario local afirmó que ha habido muy poco entusiasmo para esta Feria; cree que en parte se debe a que “se da por hecho de que hay una situación anómala”; lo mismo ocurrió en otras ciudades donde -por tradición- se celebra la Fiesta Grande de la Candelaria y este año no se hizo.
Anualmente entre 700 y 1.200 puestos son autorizados para la venta de alimentos, productos y servicios en la feria; no obstante, López comentó que cada vez se reduce más la cantidad de interesados porque “para la mayoría no es rentable el arriendo; además de que gran parte de ellos son de otros lugares de Chile”.
En ese sentido enfatizó que se preocuparán por generar condiciones para que los locales tengan nuevas oportunidades en el futuro.