CUIDAR LOS OJOS DEL SOL

Por Dra. Zorella Blanco Pérez
Oftalmóloga, ONG Millenium Atacama

La radiación solar es importante para el ser humano, ya que constituye una fuente de energía inagotable para todos los procesos de vida en el planeta, no obstante, existen innumerables estudios que demuestran los daños ocasionados por la radiación UV, no solo a nivel de la piel con el foto envejecimiento y el aumento del cáncer, sino también en la ocurrencia de diferentes enfermedades en los ojos.

La Región de Atacama, con su clima agradable y con sol casi durante todo el año, además de las innumerables playas y panoramas turísticos en el desierto, permiten estar mayor tiempo al aire libre, por lo que se debe aprender a protegerse debido a que existen enfermedades oculares que son más frecuentes en climas soleados, como el Pterigium, la degeneración macular y de la córnea, y las cataratas.

La luz solar se descompone en diversas longitudes de onda, estando la luz visible en el rango de 400 a 700 nm, la luz ultravioleta por debajo de 400 nm y el infrarojo por encima de 780 nm. El espectro de luz ultravioleta (UV) es la que se ha asociado a mayor daño en el ser humano ya que alteran el ADN. La mayoría de las personas en climas soleados se protegen con el uso de pantallas (protector solar para la piel, ropa adecuada, sombreros y lentes de sol), pero se está consciente del tipo de lente de sol que se compra, o se deja llevar solamente por la moda o la publicidad?

Antes de comprar lentes para el Sol, se debe tener en cuenta si tienen protección para el espectro de radiación UV, el tipo de cristal que se debe usar y si están certificados. Estos se deben escoger de acuerdo a la aplicación funcional que se desea, con el fin de proteger los ojos y  tener mayor confort, junto con tomar en cuenta el grado de iluminación ambiental a la que se está sometido, la sensibilidad propia al deslumbramiento, la necesidad de aumentar el contraste, el defecto visual que se tiene (si es miope o hipermétrope, etc.), si es para conducir o para realizar algún deporte en especial y si se padece o no de alguna enfermedad ocular. Los tintes generalmente reflejan el color opuesto, de allí que los lentes con cristales amarillos, filtran la luz azul y son apropiados en pacientes con degeneración macular, para evitar el daño del cristalino y la córnea, al igual que los tintes café/ámbar y gris, que mejoran el contraste y disminuyen la alteración en la percepción real de los colores.

Actualmente existe una tendencia en la moda del uso de lentes de color Rosado o Azul, pero permiten que el espectro de luz azul ocasione daño en la córnea, cristalino y retina, con enfermedades como catarata y degeneración macular que alteran la visión hasta provocar ceguera. Este tipo de lente no es aconsejable para conducir ya que altera el contraste y la visión del color. De allí que los Oftalmólogos no recomiendan su uso. Peor aún es usar lentes de sol obscuros sin protección UV, ya que permiten que la pupila se dilate, llegando mayor cantidad de radiación UV a las diferentes partes del ojo. Cuando se compran lentes de sol, se debe estar seguros de que posean protección UV (la categoría del filtro va del 1 al 5), que estén certificados y que el tinte del cristal que se escoja se adecue a las necesidades y no necesariamente deben ser costosos o asociados a una marca en especial.

Otra pregunta que frecuentemente hacen los pacientes tiene que ver también con la publicidad y el marketing y es si pagan más para colocarles filtro de luz azul a los lentes correctivos de uso diario. Según diversos estudios no han demostrado beneficio alguno, al contrario, un porcentaje de luz azul es necesario para el control del ritmo circadiano, para que el cuerpo entienda mediante señalizaciones cuando ir a dormir y cuando despertarse, lo que involucra la eficiencia de muchos mecanismos bioquímicos.

La protección de los ojos comienza desde una adecuada nutrición, con la ingesta de antioxidantes en nuestra dieta, evitar o eliminar el hábito tabáquico y el control de enfermedades como la hipertensión y la diabetes entre otras, y continúa finalmente con el uso y la elección adecuada de los lentes de sol.