Con Donald Trump de regreso: los desafíos que enfrenta la economía mundial durante este 2025
El 2024 ya pasó y dejó una serie de eventos claves para la economía de los países a nivel global.
El poder cada vez mayor de las grandes tecnológicas; el incremento de las tensiones globales y su impacto en los precios de materias primas y la geopolítica, el viernes y lunes negro que sacudieron los mercados en agosto y las bajas de tasas de diversos bancos centrales, son algunas de las noticias que marcaron los titulares económicos del año.
Y ahora que el mundo recibe el 2025, hay nuevos -y viejos- desafíos que los mercados tienen que abordar y que, en buena parte, giran a quien salió nombrado persona del año por la revisa Time.
El mundo tendrá que vivir cuatro años más con Trump sentado en la Casa Blanca. Eso significa que tras su investidura al frente de la primera potencia global, muchas cosas -quizás impredecibles- pueden ocurrir.
Y para Timothy Rooks de Deutsche Welle (DW), las consecuencias de sus ideas bajo el conocido slogan del “America First”, puede afectar no solo a Estados Unidos (EEUU) sino mucho más allá e incluso “trastocar el orden global tal como lo conocemos”.
Esto tiene implicancias tanto geopolíticas como sociales y económicas. Ejemplos de ello son su postura anti inmigración o la aún desconfianza que practica hacia los aliados norteamericanos en la OTAN.
Pero vamos al ámbito económico.
Que la administración Trump implemente nuevos aranceles y avive las brasas en la guerra comercial con China, es una de las preocupaciones para las empresas y los mercados. Aunque, también está la posibilidad que estos anuncios sean simples herramientas de persuasión y negociación.
Declaraciones al respecto sobran: en su campaña amenazó con aranceles sobre todos los bienes que ingresen a EEUU por entre un 10% al 20%. En el caso de los productos chinos, la sobretasa sería de hasta el 60%.
Y sus vecinos no se salvan. Hace poco, también expresó su posición de gravar con un 25% los bienes importados de México y Canadá (y de un 10% para China, precisó).
“Para las empresas con una cadena de suministro global, una escalada de aranceles sería una mala noticia. Estos aranceles perjudicarían a los vecinos de Estados Unidos y probablemente desmantelarían el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC)”, sostiene DW, o que podría ser una catástrofe para las exportaciones mexicanas y canadienses, donde alrededor de un 80% y más del 75%, respectivamente, van a EEUU.
Todo esto se podría traducir también en más altos precios para los consumidores estadounidenses.
“La mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”.
Esta es otra de las grandes promesas del sector republicano cercano a Trump. A eso se puede sumar la intención de quitar la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos.
Por otro lado, dentro de los poderes que tendrá Trump al frente del país es limitar el número de refugiados o dificultar la emisión de visa o tarjetas de residencia, lo que podría desincentivar la inmigración legal.
Sin embargo, los migrantes son parte importante de la economía de Estados Unidos, tanto en consumo pero en especial en aspectos productivos, por lo que “mantener a los inmigrantes fuera -o enviarlos a casa- afectaría el mercado laboral”, golpeando las cosechas o motivando a empresas para establecerse en otros países, afirman desde Deutsche Welle.
Finalmente, hay dos aspectos a considerar: las tensiones geopolíticas globales y el avance de la Inteligencia Artificial (IA).
Lo primero; las guerras en Ucrania y Medio Oriente continúan, con todo el nivel de pérdidas humanas y monetarias que eso conlleva.
Donald Trump ha afirmado que pondrá fin a la guerra entre Rusia y Ucrania en 24 horas, lo que a su vez podría llevar el fin de la financiación hacia el país, obligando a Zelenski a sentarse a negociar con Putin.