COMO VIVIR EL PROCESO CONSTITUYENTE, LA OTRA MITAD DE LA DISCUSIÓN
POR MAXIMILIANO HURTADO ROCO,
CANDIDATO A CONSTITUYENTE.-
A pocos días del proceso eleccionario histórico de abril próximo, hay una discusión de la que poco y nada escuchamos a nivel regional, somos pocos los candidatos que hemos dedicado tiempo para comentar y adquirir compromisos respecto del cómo se escribirá esta “nueva constitución” y de cómo imaginamos que debe vivirse este importante proceso.
Si pensamos en la génesis de este proceso de renovación histórica, esto es las grandes movilizaciones vividas durante el año 2019, debemos necesariamente preguntarnos e intentar contestar el cómo las personas que votaron principalmente por el Apruebo, quieren verse representados, y de qué manera satisfacer la necesidad de plasmar en la nueva constitución lo que en cada territorio parece más urgente y esencial, así como también hacernos cargo de una deuda histórica que dio paso al descontento, y que hoy se conduce hacia una nueva manera de organizarnos y cambiar el paradigma de la relación entre los gobernantes, administradores y quienes en definitiva siempre han tenido el poder de constituirse en el sentido estricto de la palabra, o sea el pueblo, las personas de a pie.
En medio de la vorágine que vivimos a diario las y los candidatos por abrirnos paso entre las dudas de la ciudadanía y la falta de voluntad del actual gobierno por informar como corresponde a las y los chilenos sobre el proceso constituyente, ha resultado poco el tiempo para dedicarle a este tema. En efecto, la discusión acerca del medio, el camino, o el cómo ha de vivirse este proceso, y cuáles son los compromisos que cada aspirante a Constituyente asume en este sentido, es una discusión que parece no tomar relevancia en Atacama, a diferencia de lo que vemos en otras regiones, donde este tema resulta ser parte central de las campañas de los variados candidatos.
Correr el riesgo de alojar la convención constituyente únicamente en un edifico en Santiago, sin que sean las y los atacameños quienes resulten protagonistas del proceso, parece ser lo que todas y todos no queremos; si la ciudadanía hubiese querido una manera distinta de escribir una nueva constitución hubiese elegido un mecanismo distinto, pero hoy estamos frente a la oportunidad de recoger de quienes nos entregaron ese mandato, esa misión, y ese trabajo, las ideas, planteamientos, elementos, valores, principios y por supuesto derechos que creen deben quedar plasmados en una carta fundamental que nos rija en Chile de hoy y en el del futuro.
Decimos entonces que tan importante como es hablar del catálogo de derechos fundamentales que debe contener una constitución, debe ser también el mecanismo que acordemos y sobre todo garanticemos las y los candidatos para discutir con quienes nos eligen lo que ellas y ellos quieren, para no correr el riesgo, insistimos, de convertir a la Convención Constitucional en un nuevo Parlamento, en el que las y los constituyentes plasmen sus ideas y no las de quienes representan.
Este es el principal compromiso de nuestra candidatura, realizar actividades periódicas, de manera trasparente e informada que nos permita recoger de las y los atacameños cuestiones tan fundamentales como la discusión sobre el sistema político y económico que queremos, para democratizar el acceso al agua, a una vivienda digna, a un trabajo decente y sobre todo para arribar a una nueva distribución mas equitativa del poder político y económico que nos permita encontrar una salida al sistema neoliberal, debe ser parte importante del trabajo que a partir del 11 de abril debemos realizar.
En la actualidad, la pandemia nos ha mostrado una nueva forma de relacionarnos entre las personas, ya no existe el cara a cara, sin embargo, la modernidad digital nos ha permitido llevar a cabo esta tarea y garantizar que las y los ciudadanos puedan de igual modo tomar decisiones, más allá de la mera opinión, más allá de la sola critica, más allá de la sola transmisión o comunicación de lo que en la capital se discuta.
Nuestra región ha sido escenario del centralismo durante años y hoy tenemos la oportunidad de elegir a nuestros representantes de entre aquellos que nacimos, conocemos y vivimos en nuestro territorio, que no olvidamos nuestra historia de caudillos, el rol y el peso de las regiones en el desarrollo del país, y el deseo de ser considerados y aportar no solo riquezas sino también ser parte de ella y recibir la justa retribución que nos merecemos.
La discusión sobre el reglamento de la Constituyente será clave, y desde allí comprometemos que el funcionamiento y la participación de las mujeres y hombres de Atacama será real, suficiente y sobre todo transparente.