Comercio y panaderos advierten alzas de precios y economistas ven inflación de hasta 8% en 2022
Están cada vez más lejos las expectativas de que las presiones inflacionarias y el sostenido encarecimiento de la vida en Chile cesen pronto.
Los ataques de Rusia a Ucrania se siguen agudizando, aumentando las tensiones e incógnitas alrededor del mundo por la duración y magnitud que tendrá el conflicto. Y a medida que este avanza, los efectos colaterales en el ámbito económico se intensifican para el resto del globo, sumando nuevos ingredientes al complejo escenario que ya se preveía para Chile.
Pese a que la exposición de la economía nacional a la crisis en Europa del Este es más bien reducida, esta sí podría incrementar la ola inflacionaria que ya asedia al país, debido a la dependencia de las importaciones de materias básicas en los que Moscú y Kiev son actores claves, como el petróleo y el trigo.
De hecho, este combustible es una de las variables más sensibles a nivel local, por la presión que ejerce sobre los costos de las bencinas, que ya se encuentran en niveles históricos, superando la barrera de los $1.000 en todos sus octanajes.
Los precios del crudo Brent subieron un potente 6,92% hasta los US$118,11 el barril, su mayor nivel desde 2008, hace 14 años. El WTI, por su parte, cerró el pasado viernes con un alza de 7,4% hasta los US$115,6.
Todo ello, además de ralentizar la reactivación pospandemia –en un contexto en que las autoridades económicas chilenas y los analistas ya perfilaba como estrecho- acrecienta las expectativas de que las presiones inflacionarias y el sostenido encarecimiento de la vida en Chile escapan de ser algo meramente coyuntural, alejando aún más las expectativas del rango meta establecido por el ente rector, en torno a 3%.
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