Cecilia Morel encabeza ceremonia de los 14 años del rescate de los 33 Mineros de Atacama en la mina San José
Cecilia Morel, ex primera dama y viuda del extinto Presidente Sebastián Piñera Echeñique, junto a gran parte de los 33 mineros de Atacama, además de autoridades de la época, ayer encabezaron una ceremonia especial en la que se recordó este acontecimiento mundial al conmemorarse 14 años del rescate en la mina San José.
En la liturgia, en la que también participó Evelyn Matthei, se rindió un homenaje al minero que en septiembre de este año falleció, Mario Gómez (Q.E.P.D).
Cecilia Morel, en entrevista con Diario Chañarcillo, expresó su emoción de acompañar en este hito a los mineros rescatados y sus familias, y recordó las reiteradas ocasiones en que su esposo, Sebastián Piñera viajó a la zona para dirigir y supervisar las labores de rescate:
“Mi esposo estaría muy contento y emocionado al saber que junto a las 33 banderas colocadas en la mina San José, que representan los 33 mineros rescatados, también en el día de hoy se colocó una bandera chilena en su homenaje y memoria”, subrayó.
Morel recordó los 69 días en que estuvieron atrapados los mineros, movilizando a todo un país y colocando a la mina San José y las labores de rescate en el centro de la mirada mundial.
EL RESCATE
El derrumbe de la mina San José se produjo el jueves 5 de agosto de 2010 alrededor de las 14:30, dejando atrapados a 33 mineros a unos 700 metros de profundidad durante 69 días.1 El yacimiento, ubicado en la comuna de Caldera, a 30 km al noroeste de la ciudad de Copiapó, era explotado por la compañía San Esteban Primera S.A.
Las labores de rescate comenzaron ocho horas más tarde por las complejidades, dirigidas inicialmente por el ingeniero en minas Miguel Fortt Zanoni. En la madrugada del viernes, grupos de rescatistas empezaron a trabajar para lograr acceso por una chimenea de ventilación mientras los mineros atrapados subían por la escalera de emergencia, pero el intento fracasó debido a que un tramo de la escalera no había sido instalado por la empresa. Se produjo un segundo derrumbe en la tarde del sábado 7 de agosto, anulando la opción de salida por el tubo de ventilación.
Al enterarse del segundo derrumbe el Presidente Sebastián Piñera suspendió su visita a Colombia, donde iba a asistir a la asunción del mandatario Juan Manuel Santos, y se dirigió a la mina San José para acompañar a las familias de los trabajadores de la empresa San Esteban, a cargo del yacimiento.
El gobierno anunció entonces que el rescate sería suspendido, pero Sebastián Piñera escuchando a los familiares condujo a un nuevo intento, indicándoles que iba a realizar todo lo que estuviera en sus manos para encontrar a los mineros ojalá vivos, esta vez el nuevo intento se realizó bajo la dirección del ingeniero André Sougarret y la coordinación del ministro de Minería Laurence Golborne, utilizando maquinaria pesada de perforación.
El domingo 22 de agosto, 17 días después del accidente, los mineros fueron hallados con vida, aunque con notorios síntomas de desnutrición. En ese entonces se habían organizado para racionar la muy escasa comida disponible en el refugio, potabilizar agua y promover un espíritu solidario que permitiera mantener alta la moral y buena convivencia. El día 24 de agosto llegó a la Mina San José el “Grupo de Tarea Naval 33” compuesto por especialistas en submarinos y un doctor experto en medicina de sumersión de la Armada de Chile, al mando del Capitán de Navío Renato Navarro Genta, con la tarea de sumarse al grupo de rescate. También arribó a la zona un equipo del Ministerio de Salud de Chile a cargo del entonces ministro de salud, Jaime Mañalich, a la vez que se capacitaba en medicina operativa naval al equipo de la ACHS.
Comenzaron así las tareas para abrir un pozo lo bastante ancho como para enviar una cápsula de rescate hasta el refugio, disponiéndose a tal efecto tres planes alternativos. En este lapso los sobrevivientes fueron alimentados y monitoreados a través de la perforación inicial, mientras se comunicaban con sus familiares provisionalmente asentados en el «Campamento Esperanza». Tras 33 días de perforaciones solo interrumpidas por desperfectos mecánicos, uno de los tres planes —el B, con la máquina Schramm T130— consiguió «romper fondo» a 623 metros de profundidad. Luego de encamisar parcialmente la perforación se inició la extracción de los mineros siguiendo un plan diseñado por el jefe interno de gobierno del Ministerio del Interior, Christian Barra, y el Comandante del GT Naval, Capitán de Navío Renato Navarro, empleando para tal efecto una de las tres cápsulas individuales, Fénix 2 (las tres cápsulas Fénix fueron idea de Alejandro Poblete Villablanca, ingeniero mecánico) a las 00:00 horas del miércoles 13 de octubre, y diez minutos después se logró traer a la superficie al
primer minero, continuando con los siguientes a un ritmo aproximado de uno por hora.
Hasta la fecha es el mayor y más exitoso rescate de la historia de la minería a nivel mundial (todos los trabajadores resultaron vivos e ilesos), siendo a su vez el evento mediático con mayor cobertura de esas características, con entre 1000 a 1300 millones de telespectadores (sólo superado por el funeral de Michael Jackson de 2009 y excediendo por más de 400 millones de televidentes a la misión Apolo XI de 1969).
Según un estudio, el impacto mediático mundial del rescate es el mayor de la historia reciente de Chile, superior al que generó el terremoto del 27 de febrero de 2010.4
El rescate tuvo un costo de 29 millones de USD, de los cuales dos tercios fueron aportados por el Estado y el resto por donación de empresas privadas que controlan el 80 % del sector minero.