Buscan incluir a más familias de campamentos al Programa de Integración Social

Este año comenzará la entrega de subsidios para otras mil personas en diferentes proyectos habitacionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo; se espera que un porcentaje importante sean de las “tomas”.

(Por Frenny Kelly Granado). Las soluciones definitivas para las miles de familias que ocupan los cerros de la región Atacama en improvisados campamentos que, en su mayoría, están en zonas de riesgo, son unas de las prioridades que tiene el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), pero que hasta ahora no han logrado responder.

Esto se debe, principalmente, a que los enfoques estuvieron puestos en la recuperación de las ciudades que resultaron afectadas por los aluviones del 2015 y 2017, así como en la edificación de obras de mitigación que evitaran devastaciones similares a las ocurridas como consecuencia de los referidos desastres naturales.

El subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Guillermo Rolando, aseguró que, cumplidas algunas metas; entre ellas fortalecer zonas de riesgo para estar preparados ante eventuales movilizaciones en masa en ríos o quebradas, así como dar inicio al Programa de Integración Social y Territorial que ya lleva más de mil casas en iniciación de proyecto de obra, llegó el momento de atender de manera frontal el problema de campamentos en la región.

Pero el problema está en que “si el Ministerio no construye un número importante de viviendas para familias de campamentos todos los años, lo más probable es que estos sigan aumentando y como Estado es importante que nosotros lo reconozcamos”.

Por ello es que, tomando en cuenta las necesidades habitacionales de las familias, se piensan tomar medidas que, por un lado, eviten el repoblamiento de terrenos fiscales que estén en zonas de riesgo y por el otro, trabajar en soluciones a largo plazo, pero que comiencen de forma inmediata,

“Es importante trabajar en paralelo”; por eso se firmó un acuerdo con Bienes Nacionales que de acuerdo a los estudios que ha realizado con el Minvu y las demás instituciones asociadas, determinó que “necesitamos instrumentos nuevos, buscar más terrenos e inyectar más recursos al programa de campamentos”.

Una forma de comenzar a dar respuesta a las personas que habitan en los campamentos es incluirlos en el nuevo lote de subsidios que se comenzarán a entregar este año como parte del Programa de Integración Social y Territorial que agrupa a familia de ambos segmentos. Evidentemente, cada aspirante tendrá que cumplir con los requisitos exigidos por la institución y en el caso de ser extranjeros, contar con visa de residencia definitiva.

No todos los que habitan en las “tomas” de Atacama tendrán que salir de ellas, explica el subsecretario; si bien, la gran mayoría -al menos de Copiapó- está en zona de riesgo, hay algunas áreas que se pueden urbanizar y otras, radicar.

Por ejemplo, los terrenos que llevan muchos años ocupados y no representan ningún riesgo podrán recibir los servicios básicos de pavimentación, electricidad, agua potable y alcantarillado, para que las familias sigan viviendo en ellos.

En los otros, donde llevan menos tiempo y todavía no están bien constituidos, el Minvu los saca por un período de 18 a 24 meses mientras construye las casas, calles, plazas y otras obras de mitigación, para que regresen a instalarse definitivamente.

Finalmente, en las áreas donde el riesgo es inminente, las familias serán erradicadas e incluidas en las listas de subsidios de más de un 90 % para que formen parte de los barrios de integración social en zonas residenciales de muy altos estándares.

Si bien, no todos los habitantes de los campamentos serán incluidos en esta tercera medida, se estima que sí será un número importante de ellos ya que muchos están en zonas que, si no son peligrosas, son difíciles de acceder para la instalación de servicios por la poca factibilidad técnica dado a su ubicación.

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