Barrick presentará Declaración de Impacto Ambiental en Plan de Cierre de Proyecto Pascua Lama
* Proceso de clausura por parte de la empresa asciende a un costo superior a los 100 millones de dólares.
(Por Héctor Naveas Olguín).- En el marco del proceso de cierre del Proyecto Pascua Lama, el Director de Medio Ambiente, Permiso y Comunidades de Barrick Gold Corporation, Sergio Vives Pusch, se reunió con los profesionales de prensa de las provincias de Huasco y Copiapó, en dos sendos encuentros, para informar acerca de la presentación de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), que forma parte de la primera etapa del plan de clausura de este negocio minero binacional, localizado en la comuna de Alto del Carmen a más de 4.000 metros de altura en la frontera de Chile con Argentina, que resultó objeto de cierre definitivo por parte del Tribunal Ambiental.
Lo anterior, explicó el ejecutivo, con el propósito de solicitar permiso a la autoridad ambiental para realizar dos restituciones controladas y acotadas, la primera para tener información sobre la calidad del agua al combinarse las aguas que caen por las laderas norte y sur; mientras que la segunda, para obtener información sobre el recorrido de las aguas subterráneas, donde durante todo el proceso, la comunidad y la empresa efectuarán en conjunto un monitoreo participativo.
Posteriormente, con toda esa información recopilada en la primera parte del cierre – en una segunda etapa de este plan – proceder al desmantelamiento de las instalaciones de agua de Pascua (correspondiente al lado chileno).
“Nos hemos querido reunir con ustedes – los medios de comunicación – para que tengan los antecedentes de primera fuente y puedan informar a la opinión pública; y después, no circulen malas interpretaciones por parte de terceros acerca de lo que verdaderamente estamos llevando a cabo”, sentenció Vives.
El ejecutivo expuso sobre la situación original para el cierre del proyecto, donde el permiso ambiental del 2006, incluía un plan de clausura para una faena con más de 15 años de operación minera, sin embargo, el proyecto nunca operó y ni siquiera se terminó de construir, por lo que la situación actual para el plan de cierre cambia de manera sustancial.
Subrayó que la duración estimada, para la ejecución de ambas etapas, es de cinco a siete años (incluido un periodo de restitución permanente de flujos asociado a demostración ambiental), cuyo Plan de Cierre en su conjunto tiene una estimación superior a los 100 millones de dólares, cifra que dependerá del tiempo que demore y de todo el proceso que resta por ejecutar.
IMPACTOS
AMBIENTALES
Consultado el Director de Barrick acerca de los impactos ambientales, Sergio Vives, fue claro y categórico en indicar que éstos no son significativos:
“Las actividades de desviación de agua tomarán entre 10 a 30 días. Todas las actividades de agua se llevarán a cabo en el mismo acuífero y en la zona aguas arriba del punto de control NE-3 (área del proyecto).
La reducción de agua es equivalente al 14% (por un periodo de tiempo de 2 meses) en NE-3 y menos del 3% en NE-9 (por un periodo de tiempo de 2 meses) en el área de Chollay (comunidad más cercana al proyecto +/-40 km).
Se necesitarán 50 trabajadores adicionales por un periodo de 2 a 3 meses. Las actividades de construcción tomarán solo un par de semanas.
No habrán además impactos en el tráfico o la calidad del aire, debido a la poca cantidad de actividades de construcción (cámara de desvío, tubería de agua y zanja de infiltración)”, subrayó.
Sobre la aplicación de medidas ambientales, agregó indicando que dado que no hay impactos significativos, no se requieren, no obstante, reiteró en señalar que en la DIA se incluyen dos medidas voluntarias, relacionadas con puntos de monitoreo adicionales durante las pruebas de agua y monitoreo de agua con representantes de las comunidades, donde en éste último han sugerido establecer una Mesa del Agua, proporcionar capacitación técnica, y apoyo de un laboratorio independiente, entre otros.
SEGUNDA ETAPA
Con respecto a la segunda etapa (cierre químico), el Director de Medio Ambiente, Permiso y Comunidades de Barrick describió la adecuación de canales perimetrales para un periodo de retorno de 1.000 años abarcando el área del botadero actual; restitución del flujo de quebradas hacia el cauce principal; y el desmantelamiento de obras de instalaciones de manejos de aguas.
Aclaró que el objetivo central de la segunda parte del Plan de Cierre buscará restituir de manera definitiva y permanente las aguas provenientes de las laderas norte y sur de la cuenca alta del río del Estrecho, para lograr la condición de estabilidad química neutral, es decir, una calidad de agua equivalente a la condición de línea base (sin Proyecto) y prescindir de un tratamiento activo de aguas en el largo plazo.