Aspirantes al Proceso de Admisión 2020 boicotearon la PSU en Copiapó
La tarde de este martes la Vicerrectoría de Asuntos Académicos de la Universidad de Chile informó a través del Demre que la prueba de Historia, Geografía y Ciencias Sociales quedó suspendida en todo el país porque la filtraron.
(Por Frenny Kelly Granado). A las 10:00 de la mañana de este martes 2.021 postulantes a la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en la comuna de Copiapó resultaron afectados cuando el Departamento de Evaluación, Medición y Revisión Educacional (Demre) autorizó a su delegado comunal, Jorge Reyes Huencho, suspender la jornada en tres de los seis establecimientos habilitados para tales fines. A las 14:30 la medida se adoptó también en el Instituto Comercial Alejandro Rivera Díaz, igual que en el resto del país por la filtración de la prueba de historia.
Los acontecimientos ocurridos durante la tarde y noche de este lunes, cuando 10 personas resultaron aprehendidas por presuntamente enfrentarse a funcionarios de las Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile mientras protestaban contra la PSU, motivaron a que un grupo no menor de jóvenes con sus rostros cubiertos interrumpieran la rendición de la prueba de matemáticas que estaba pautada para ayer a las 9:00 a.m.
La información recabada sobre los hechos da cuenta que, casi paralelamente, la Escuela Bruno Zabala Fredes y los liceos Tecnológico y Bicentenario Mercedes Fritis Mackenney fueron blanco de disturbios cuando los manifestantes -muchos de ellos inscritos para presentar la PSU y que estaban adentro de las salas- arrebataron los facsímiles a sus compañeros y los quemaron en el interior de los recintos.
Al menos eso fue lo que ocurrió en el Liceo Bicentenario, ubicado en la avenida Henríquez, donde, después que sonó el timbre para ingresar a las aulas, los alumnos de la segunda planta comenzaron a sacar los pupitres y lanzar las hojas de exámenes hacia el patio central donde hicieron una fogata con ellas; rápidamente los demás se sumaron al movimiento y abandonaron los salones.
Las Fuerzas Especiales de Carabineros tuvieron que tomar el control y por ello -para resguardar la integridad física de los jóvenes- los desalojó del centro educativo y acordonó la entrada para impedir que volvieran a ingresar. Afuera, los muchachos gritaban consignas en las que promovían “la defensa” de la “educación libre”.
Tardaron pocos minutos en aglomerarse con los estudiantes de otros centros educativos que decidieron enfrentarse a este sistema que los obliga a medir sus capacidades académicas para un Proceso de Admisión, por lo que emprendieron una marcha por la avenida Los Carrera hacia el Instituto Comercial Alejandro Rivera Díaz.
El análisis de la situación permitió a Carabineros anticiparse a la toma de dicho establecimiento que, a las 10:00 a.m., era el único en el que se rendía la prueba de matemáticas con normalidad; bueno, además de la sede del Servicio Nacional de Menores (Sename), que tenía seis inscritos y el Centro de Reclusión Penitenciaria de Copiapó, donde presentaron 42 internos.
Para impedir que la marcha de jóvenes, en su mayoría encapuchados, llegara hasta el instituto en cuestión, tanto Carabineros como detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) se situaron en la avenida Los Carreras, entre las calles Maipú con Yumbel, pero -pese a la estrategia- no pudieron evitar una confrontación que, más tarde, ameritó el uso de bombas lacrimógenas.
Pese a que los jóvenes levantaban las manos para demostrar que iban desarmados, no dejaban de gritar improperios contra los efectivos policiales que impidieron su paso hacia el plantel, lo que originó la detención de una muchacha que -al ser subida al carro policial- golpeó a un funcionario. Por el hecho, podría ser imputada por maltrato de obra a carabinero de servicio.
SEGUNDA TANDA
Al mediodía de este martes Jorge Reyes confirmó que el Instituto Comercial, igual que el centro penitenciario y el Sename funcionaban con normalidad, pero a las 14:30 horas, cuando los 793 jóvenes que rendirían la prueba de Historia, Geografía y Ciencias Sociales en el establecimiento Alejandro Rivera Díaz debían presentarse, comenzaron nuevos disturbios.
Primero, se reportó que 164 de ellos se negaron a entrar a las salas y luego, 20 minutos después que sonó el timbre, los mismos que estaban en el interior de las aulas, comenzaron a boicotear la jornada; según testigos, también lanzaron las hojas de exámenes al suelo, motivo por el cual los funcionarios procedieron a desalojar el plantel.
Trasciende que esto ocurrió al mismo tiempo que el Demre informó a través de su cuenta en twitter que dicha prueba sería eliminada a nivel nacional por haber sido filtrada; la cita establece que esto implica una consecuencia de invalidación metodológica.
En ese sentido los 2.282 aspirantes que presentaban la prueba en Copiapó durante la tarde de este martes; además de los de Diego de Almagro, en Chañaral y Vallenar, en Huasco, se sumaron a los más de 295 mil distribuidos en todo el país.
ARGUMENTOS
Lo que marcó la pauta este martes es que los mismos aspirantes al Proceso de Admisión 2020 fueron quienes se sumaron al movimiento social promovido por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Chile (Aces) en todo el país; si bien, muchos se prepararon por más de un año para rendir la prueba, la mayoría coincidió con que era “injusta para algunos, principalmente aquellos que egresan de las escuelas municipalizadas”.
Fernando Oblado, de 17 años, quien egresó del Colegio San Agustín, tenía intenciones de quedarse afuera del aula, pero “como mi sala se empezó a llenar dije: tengo que ir a dar la prueba porque si no iba a perder la oportunidad de entrar a la universidad”; él quiere estudiar medicina y aunque se inscribió para rendir la PSU, considera que “el sistema te obliga a hacer la prueba”.
Él cree que la mejor solución es considerar las notas, más que el resultado de la prueba, ya que “es lo que de verdad uno aprende en el colegio (…) la prueba establece una gran diferencia y son los mismos municipales los que pierden, porque si no tiene la oportunidad de ir a un preuniversitario la reprueban”.
Como Fernando, Pablo Romero, quien salió del Liceo Católico quería rendir la PSU, piensa que “ojalá se resuelva de la manera más óptima para los que no pudimos presentarlas y nos esforzamos en prepararnos”, pero al mismo tiempo aboga por que se “cancele de una vez y que esto sea lo mejor”.
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