Adiós de Mujica y Sanguinetti al Parlamento uruguayo marca el fin de una era

Dos viejos lobos. Eternos rivales en las antípodas del pensamiento, pero estrategas políticos como nadie y con una capacidad de convocatoria que muy pocos tienen. Así son José “Pepe” Mujica y Julio María Sanguinetti; dos expresidentes que cierran juntos una página histórica de la política uruguaya.

Uno defensor de la izquierda, otro conservador de derecha; ambos contrincantes con peso en la actualidad pese a la vejez (Mujica tiene 85 años y Sanguinetti 84). Quizá el destino, pero fundamentalmente la terquedad de no querer abandonar la actividad en la que militan, hizo que decidieran dar un paso al costado y abandonar juntos, en una misma sesión, su escaño en el Senado tras décadas vinculados a la política.

Estos dos personajes históricos dejan una incógnita sobre si realmente dejan la política. Los hechos han demostrado que ninguno soporta mucho tiempo fuera de la actividad que los define. Sanguinetti se había retirado de la política formal, ya no iba a ser candidato, pero volvió con todo en 2018. Mujica, quien en 2018 también renunció al Senado para descansar tras “su largo viaje” de la vida, también volvió a la escena para intentar ayudar al FA a ganar las elecciones de 2019.