A 10 AÑOS DEL ALUVIÓN EN ATACAMA: EL ROL DECISIVO DEL MOP EN LA RECONSTRUCCIÓN Y RESILIENCIA DE UNA REGIÓN GOLPEADA
Hace exactamente una década, la Región de Atacama vivió uno de los capítulos más oscuros de su historia. El 25 de marzo de 2015, un aluvión provocado por lluvias inusualmente intensas desató una tragedia de proporciones, dejando un saldo devastador: pérdida de vidas humanas, miles de damnificados y una infraestructura colapsada. Diez años después, Atacama no se olvida. Pero hoy también se levanta como una región más fuerte, resiliente y preparada. En ese proceso, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha sido un actor clave, protagonista silencioso de una reconstrucción que aún continúa.
Una respuesta inmediata en medio del desastre
Cuando los ríos se desbordaron y las quebradas arrasaron con todo a su paso, la reacción del MOP fue inmediata. Desde el primer día, equipos técnicos y profesionales de todas las direcciones del ministerio se desplegaron por el territorio, sin distinción de cargos ni funciones. Su misión: restablecer la conectividad, apoyar a las comunidades aisladas y comenzar una recuperación que parecía titánica.
La Dirección Regional de Vialidad jugó un rol fundamental. Con maquinaria pesada y jornadas maratónicas, despejaron rutas, repararon caminos y reconstruyeron puentes. Lo que para muchos eran solo caminos de tierra, se transformó en arterias vitales que devolvieron esperanza y movimiento a sectores que habían quedado literalmente cortados del resto del país.
Reconstrucción con visión de futuro
Más allá de la emergencia, el MOP en Atacama entendió que reconstruir no era suficiente: había que prepararse para que una tragedia así no se repitiera. “Desde 2015, hemos impulsado una importante cartera de proyectos enfocados en la conservación de cauces, la construcción de obras fluviales y de control aluvional, y la modernización de la red de estaciones fluviométricas”, señaló el Seremi del MOP, Mauricio Guaita Juantok. “Estas iniciativas han sido esenciales para proteger a las comunidades y fortalecer la resiliencia de la región frente a nuevos eventos aluvionales”.
Luis Verdugo Cerón, Director de Obras Hidráulicas, destacó que en estos 10 años se han invertido más de M$94.900 millones en la región. “Tuvimos hitos importantes en 2017 y 2024, cuando se abordaron tanto las consecuencias del aluvión original como nuevos eventos climáticos. Solo en 2024, se destinaron M$16.700 millones, con foco en la Quebrada de Paipote en Copiapó y el Río Salado en Chañaral”.
Obras que salvan vidas
Los avances no han sido sólo numéricos. Hoy, la Región de Atacama cuenta con una red de infraestructura hidráulica fortalecida. Proyectos como las intervenciones en los ríos Copiapó, Salado, El Carmen, Paipote y Tránsito han mitigado significativamente los riesgos asociados a eventos extremos.
Entre 2022 y 2025, se espera ejecutar obras por más de M$35.000 millones, y si se concreta lo proyectado para este año, se alcanzaría una inversión acumulada de M$54.000 millones, un 80% más que en el período anterior. “Estas obras no solo responden a una catástrofe pasada, sino que son una apuesta por el desarrollo sostenible y la seguridad futura de nuestras comunidades”, indicó Verdugo.
Tecnología y monitoreo: claves para anticiparse
Uno de los grandes avances ha sido en el monitoreo meteorológico y fluviométrico. Según Rodrigo Sáez Gutiérrez, Director de la DGA en Atacama, en 2015 solo existía un punto de medición con transmisión celular en la región. Hoy, hay 76 estaciones con transmisión satelital. “Esto representa un aumento del 7.600% en la capacidad de monitoreo en línea. Es un salto cualitativo en nuestra capacidad de anticiparnos y actuar ante nuevos fenómenos hidrometeorológicos”, subrayó.
El aire también cuenta: aeropuertos para emergencias
La conectividad aérea no quedó fuera del plan de resiliencia. Angélica Munizaga, Directora Regional de Aeropuertos del MOP, detalló los avances: nuevos puntos de posada para helicópteros en comunas clave como Chañaral, Caldera, Copiapó, Huasco y Alto del Carmen, y aeródromos como el recientemente incorporado “Gran Cañón” en Carrizal Bajo. Además, están proyectadas nuevas infraestructuras en El Salado y Los Loros, que buscan disminuir el aislamiento y mejorar la respuesta ante emergencias.
Una promesa para el futuro
A una década del desastre, el balance no es solo de obras y cifras, sino de una región que aprendió a levantarse. “El MOP Atacama seguirá trabajando con determinación para mejorar la infraestructura, implementar medidas preventivas y salvaguardar a las comunidades de la región”, enfatizó el Seremi Mauricio Guaita. “Nuestra misión no solo es reconstruir, sino construir un futuro más seguro y resiliente para todos los habitantes de Atacama”.
El aluvión de 2015 será siempre una herida abierta en la memoria colectiva de la región. Pero también será recordado como el punto de partida de una transformación profunda, liderada por un Estado que, a través del MOP, demostró que es posible reconstruir con visión, responsabilidad y humanidad.
IMPORTANTE:
Mañana se cumplen 10 años de los aluviones que sufrimos en 2015. Les invitamos a una misa conmemorativa, este 25 de marzo a las 12 horas en la catedral de Copiapó. Oremos juntos por las familias que perdieron a un ser querido, y por tantas personas que han sufrido las consecuencias emocionales, psicológicas, físicas y económicas.