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Diego Guerra, el nuevo boxeador profesional de Copiapó que busca ser campeón nacional y disputar títulos internacionales

*Con una trayectoria de más de 10 años, 122 victorias de un total de 138 peleas y 5 veces campeón chileno de boxeo olímpico amateur, el boxeador olímpico copiapino ahora de categoría profesional, Diego Guerra, tiene claro su objetivo para este 2024; ser el mejor de Chile e ir por títulos internacionales. 

 

POR CATALINA ELÍAS URRUTIA.- 

 

Boxeador olímpico profesional, disciplinado y comprometido, con más de 10 años de experiencia y 138 peleas disputadas con 122 victorias y 16 derrotas, ex seleccionado nacional de boxeo y cuatro veces campeón nacional en categoría 75 kg y una en la categoría 81 kg. Así es el historial de Diego Guerra Villalobos, el deportista copiapino que hace tan solo tres meses dio inicio a su carrera en la categoría profesional, tras su debut en contra del argentino Miguel Nuñez, y que hoy busca ser el mejor boxeador de Chile.

Con la mira también en disputar títulos mundiales con sus 72 kg y 1,79 m. de altura, actualmente se encuentra en lo que sería su pretemporada antes de lo que, él define, como su posibilidad de debut de este año en el mes de marzo, empezando así a alcanzar su meta de aumentar su número de peleas y, claramente, victorias. “No hay que bajar la guardia, debo seguir entrenando para estar a full cuando llegue el momento”, indica.

SU TRAYECTORIA EN EL BOXEO 

Desde joven en el rubro, Diego Guerra ha llevado una larga carrera como boxeador a través una extensa formación en la ciudad de Copiapó, desplegando sus inicios en el sector de Rosario, Club de Boxeo Racing, que si bien reconoce como fundamental en una primera etapa, reconoce haber llegado “a un nivel en el que quería ir más allá”, por lo que se vio obligado a salir de allí.

Si bien desde ese momento su objetivo ya era ser llamado por la Selección Chilena de Boxeo, Diego cuenta que en la primera instancia que recibió la solicitud de la selección durante su adolescencia, rechazó esta invitación con el objetivo de terminar sus estudios secundarios, en una etapa donde el boxeo solo “era un hobbie que me gustaba mucho”

Pero a pesar de considerarlo como un pasatiempo, el deportista relata que logró progresar bastante durante los años que terminó su enseñanza media, incluso obteniendo un tercer lugar en la primera competencia nacional, a la que asistió con solo dos meses de entrenamiento. 

“En ese momento los profes y dirigentes vieron algo en mí, un talento innato como decían ellos, porque avanzaba rápido y me desenvolvía muy bien con mi estilo”, cuenta Guerra, recordando que, gracias a su rápido progreso, logró ser campeón nacional por primera vez en 2014, logrando volver a recibir el llamado de la Selección de boxeo de Chile, a la que esta vez dio un si.

“Allí estuve uno meses, pero tuve que renunciar por el tema monetario, ya que, quería ayudar a mi familia aquí en Copiapó”, relata el boxeador, identificando un factor que ve como una permanente condicionante en su carrera, 

No obstante, tiempo después volvieron a llamarlo desde la selección, y si bien aceptó nuevamente y esta segunda oportunidad volvió a terminar por el mismo problema, si recuerda con agrado los logros alcanzados en este periodo. “Viajé a otros países como República Dominicana, Ecuador,  incluso fui a unos pre panamericanos en Nicaragua, fue un plus que me dio mucha experiencia con la que aumenté mucho mi nivel boxístico”, cuenta Diego de aquella época, que incluso le dio el impulso para decir “vamos a los Panamericanos Santiago 2023”. 

SU MAYOR OBSTÁCULO: EL FAVORITISMO Y LA FALTA DE APOYO

“No tuve una muy buena experiencia”, así recuerda su intento por clasificar por el Team Chile a los juegos Panamericanos, el evento multideportivo más grande que se ha desarrollado en nuestro país, donde acusa favoritismo por parte de la federación hacia uno de sus contrincantes en el proceso para definir quién representaría a Chile. 

“Luchas todos los años contra la federación, te sacrificas una y otra vez, te entrenas mejor que el año anterior, y obtienes la injusticia de que le puedan dar la pelea al otro” expresa con molestia, agregando que, a esto, se suma la otra desventaja: ser de provincia y no contar con apoyo o patrocinio monetario.

“Uno viene de región y hace falta apoyo, si eres de afuera debieran tener un grado de motivación para el deportista, que podría ser monetario, pero en ese momento no había apoyo y quería aportar a mi familia, entonces renuncié por segunda vez”, explica, agregando que este ritmo de vida “no es sostenible a largo plazo, no estaba ganando plata para poder sustentar mi día a día, por eso hoy en día los seleccionados buscan apoyo en personas de fuera y no en la federación”, comenta, dejando en manifiesto la complejidad de la falta de apoyo hacia los competidores.

Actualmente, el boxeador se encuentra trabajando en una empresa mediante turnos 4×4, y da cuenta de la rutina que lleva día a día para poder equilibrar su carrera profesional y su trabajo. “Me levanto a las cinco de la mañana a entrenar, después vuelvo a la casa para ducharme y salir a trabajar, porque me pasan a buscar a las siete, y volviendo del trabajo vuelvo a entrenar, porque hago doble jornada, ya que, ese es el nivel que me exige competir en esta categoría”, explica.

Y ahora, encontrándose en una categoría profesional que conlleva tomarlo de esa forma y una constancia, cree que su trabajo y los horarios que este conlleva, puede convertirse en una barrera para su desempeño deportivo. “Mi mayor limitación es esa, donde también existe la fatiga muscular, porque realizo trabajo pesado, y junto con eso también se me hace difícil. Es factible mientras esté acá en Copiapó, pero si ya debo viajar a otra ciudad o a otro país, se me complica mucho”, confiesa.

Por eso, Guerra es enfático respecto a la falta de apoyo que entregan las empresas de Atacama hacia los deportistas de la región, dando cuenta de que “acá hay mineras que generan harto dinero y pueden hacer un aporte mensual a alguien que se dedica al deporte que es su trabajo, y también a representar a la ciudad y al país”.

Ante esta falta de acción de los otros organismos, el boxeador reconoce y valora “la tremenda oportunidad que me abre a mayor publicidad  a nuevos auspiciadores” que conlleva el nuevo convenio con realizará con Diario Chañarcillo para este 2024, afirmando que aquello, es precisamente lo que un deportista necesita. “Estoy para grandes cosas y con este apoyo lo voy a lograr”, concluye con una sonrisa en el rostro.