Deportes

LA COLUMNA MARCIAL

Por Luis Astorga Camus. Cinturón Negro 8 Dan

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«Voy a ganar la próxima vez»

 

En Japón, es muy común que la mayoría de los empresarios y políticos lleven a sus hijos a los dojos de Karate. Esto es lo que nos dicen interesantes investigaciones que se han hecho al respecto.

Allí, los niños se encuentran con numerosos desafíos y no siempre se divierten o se quedan en su zona de confort. Son llevados a entrenamientos cada vez más exigentes, y no es casualidad que la tierra del sol naciente siga siendo caldo de cultivo para la mayoría de los campeones mundiales (incluso después de que el arte se haya extendido durante 100 años por el resto del mundo).

Algunos se convierten en instructores o atletas profesionales. La mayoría se dedica a entrenar hasta obtener un cinturón negro para luego pasar a otras aficiones, deportes y proyectos. Pero en esos años de intenso entrenamiento, aprenden a esforzarse, respetar y superar sus limitaciones.

Los científicos lo tienen claro: son los padres los que se dan por vencidos, no los niños. Cuando los padres mantienen a sus hijos en la rutina de entrenamiento para un propósito mayor, sin renunciar al arte marcial cuando el niño parece desanimado, allí colaboran con el futuro de sus hijos. Ese joven cinturón negro será más tarde un mejor líder, un mejor y más exitoso ciudadano. Este joven aprendió la resistencia y la fuerza indomable del Karate.

Caer y levantarse. Seca las lágrimas y vuelve a hacerlo hasta que lo logres. Domina las emociones y la inseguridad. Estos son los beneficios reales del Karate para el futuro de nuestros hijos.