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Barrio Rojo: La idea que suena para regularizar el comercio sexual clandestino en Copiapó

* La prostitución, como un fenómeno ligado a la clandestinidad en la comuna, se ha ligado a la delincuencia desde 2021 tras un operativo que desbarató una red de trata de blancas. Ataques a trabajadoras transgénero, homicidios y otros fenómenos son temas que preocupan a voces de la salud pública y autoridades que opinaron sobre esta propuesta.

 

Las irregularidades en la fiscalización de patentes en locales nocturnos es una realidad que voces del Concejo Municipal han denunciado. Clandestinidad, trata de blancas y maltrato hacia migrantes, son fenómenos que se han acentuado estos últimos años en el comercio sexual de Copiapó. 

Frente a la necesidad de abordar esta problemática, el consejero regional, Maximiliano Barrionuevo, conversó con nuestro medio sobre la idea de implementar un “barrio rojo” en la comuna con el fin de “descomprimir y regularizar el asunto”.

Asimismo, voces desde la Salud Pública comentaron que es un tema que podría ser bien recibido como una alternativa de resguardo ante denuncias de trabajadoras sexuales por ataques que han recibido.

Un “barrio rojo” o también llamado “zona de tolerancia”, es un modelo de organización urbana donde se sectorizan actividades relativas al comercio sexual. La idea de estos espacios, en palabras del consejero, sería otorgar un elemento de seguridad que permita regular, fiscalizar y monitorear este tipo de servicios ante la dificultad para “oprimirlo”. Ejemplos de esta medida se pueden ver en la ciudad de Amsterdam y en los países de España y Japón.

Cabe destacar que esta no ha sido presentada en el Consejo Regional ni en otra instancia relacionada a la administración pública de la comuna.

Sobre la propuesta, distintas autoridades de la región y organizaciones de disidencias sexuales dieron sus impresiones. Si bien hay opiniones divididas, el punto en común es darle celeridad a problemas relativos a la seguridad social y derechos de las personas partícipes de este rubro.

“En el Concejo se planteó en un momento la creación de un ‘Barrio Bohemio’, porque la Alameda como centro de actividad nocturna ya ha sido cuestionado por las personas. Sin embargo, la idea del consejero merecería una consulta a las organizaciones vecinales que circunscriben el sector donde se implementaría ese barrio”, comentó el concejal del Partido Comunista, Wilson Chinga.

En paralelo, su par Juan Pablo Rico concordó que “toda medida que exista debe ser consultada con la gente, con un fuerte componente de participación ciudadana”. Así, la autoridad comunal afirmó que un mejor ordenamiento territorial va de la mano con revisar el plano regulador, discusión que destrabaría los límites para construir zonas específicas: barrios comerciales, bohemios, mecánica, entre otros. No obstante, dijo que el Gobierno Regional debería conversar sobre el plano intercomunal, otra arista que involucraría esta propuesta. 

En contraste, la concejala Carolina de La Carrera, consideró que “determinar un barrio rojo es complejo en nuestra ciudad; hay familias que viven en los alrededores de estos centros y siento que sería una falta de respeto para ellas”. En ese sentido, explicó que la clandestinidad es precisamente el problema que no permite tomar direcciones de fiscalización concreta. 

“Sectorizar tantos servicios en un solo lugar donde convive gente es un problema. Este tipo de zona tendría que realizarse en el centro y eso es pasar a llevar a los habitantes de allí; discotheques y sus derivados deberían estar en zonas alejadas de la ciudad, porque la prioridad es proteger el casco histórico”, agregó la miembro del Concejo Municipal.

Por su parte, el gobernador regional, Miguel Vargas precisó que las autoridades deben sistematizar los datos para recién poner en discusión la idea del consejero regional. Sin embargo, descartó que, en su opinión, fuera una prioridad. Al cierre de esta edición, Diario Chañarcillo intentó contactarse con el alcalde de Copiapó sin resultados.

Desde el mundo de las disidencias y diversidades sexuales, la integrante activa del Movimiento de Integración Copiapó, Ximena Abarca, afirmó que “el barrio rojo es una realidad, el problema es que no está formalizado”. A su visión, es una buena medida que podría controlar aspectos como las infecciones de transmisión sexual y la seguridad. 

De todas formas, aseguró que este proceso debe ser acompañado de una “regularización hacia la inmigración”. Esto debido a las dificultades legales que atraviesan las personas migrantes para conseguir acreditación como el “carnet rosa”, que certifica su participación en este tipo de actividades.

Cabe precisar que en 2021 fue detenida una persona de nacionalidad paraguaya que ejercía trata de personas en Copiapó. En específico, obligó a mujeres extranjeras a practicar la prostitución, a quienes incluso les tenía departamentos arrendados y publicitó su acción ilícita en internet. 

A esperas de nuevas cifras que evidencien el estado de esta problemática en la ciudad, autoridades regionales se comprometieron a sistematizar estos datos para abrir la discusión en las distintas instancias oficiales.

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