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La historia y testimonios de la vida y el legado del recientemente fallecido y reconocido minero atacameño Héctor «Don Hernán» González

Don Héctor Hernán González, conocido en la cotidianidad de la vida como don Hernán, fue un hijo de esta tierra, que lo vio nacer en la actual calle Talcahuano, prematuramente a los 7 meses de edad, hecho que lo llevó a ser inscrito meses después, el 08 de octubre del año 1934, según testimonia su partida de nacimiento.

Es el penúltimo hijo de 10 hermanos y hermanas, su progenitora y querida madre fue doña Marta González Valenzuela. Estudió su enseñanza primaria y humanidades en el Colegio Bruno Zavala de Copiapó, cuyas pocas paredes de barro y quincho aún resisten el pasar del tiempo.

Emigró a La Serena, donde cursó estudios en la Universidad de Chile, sede La Serena, fue gran amigo y discípulo del poeta, ensayista y Premio Nacional de Literatura don Alfonso Calderón Squadritto.

Su vocación de servicio lo llevó a trabajar por más de 15 años en el Servicio Agrícola y Ganadero en la Región de Coquimbo. Trabajó para el mineral el Indio en la década de los 80′ y luego dicha filial fue adquirida por la empresa minera Anglo American Chile, en donde se desempeñó por más de 35 años de trabajo, servicio y vocación ininterrumpida hasta el final de su vida, siendo un testimonio en vida de aquel famoso dicho popular «el trabajo es vida».

En vida fue un ávido lector de libros y de diarios impresos, leía religiosamente todos los diarios de circulación regional hasta el final de sus días. Sin embargo, con el diario Chañarcillo tuvo una relación especial, los ejemplares los ordenaba en una especia de hemeroteca en su oficina en conjunto con las publicaciones del Boletín Oficial de Minaría, un pequeño repositorio documental de historia minera.

Otra huella de vida fue haber representado los intereses de los descendientes propietarios del mineral de Chañarcillo, en torno a la conservación y protección del patrimonio, constituida en la «Sociedad Legal Minera Juan Godoy de Chañarcillo», una de las más antiguas pertenencias mineras vigente del histórico mineral. Como infidencia, discutió y defendió en conjunto con el abogado Julio Vildósola la posibilidad de no explotarla comercialmente, por ser un patrimonio histórico de identidad regional y nacional, que dio un progreso económico al Chile decimonónico y posibilitó la revolución constituyente de 1859, moviemiento liderado por el prócer regional Pedro León Gallo Goyenechea.

Como una ironía del destino, las dependencias del lugar de trabajo que lo cobijó por más de 35 años en Copiapó, su empresa Anglo American Chile, su segunda familia, están ubicadas en calle Chañarcillo, lugar en donde todo pequeño pirquinero artesanal, minero que no sabía leer ni escribir y menos conocer la operativa de un tribunal en la constitución de concesiones mineras, por muy humilde que haya sido, tenía las puertas abiertas, la disposición y el consejo a flor de piel, siempre prestaba orientación desinteresada y ayuda a quién más lo necesito. Don Hernán, era y fue una persona con un alto nivel de humanidad, solidaridad, rectitud y compromiso a quién más lo necesitaba.

 TESTIMONIOS

“Mi relación laboral con Don Hernán, como siempre nos hemos referido a él en nuestro trato habitual, se inició en 1999 habiendo estado él en esas funciones desde mediados de la década de los 80´, acumulando en esos 15 años una vasta experiencia, lo que sumado a su inquietud intelectual, le hizo dominar la legislación minera, especialmente en lo que se refiere a las gestiones para su constitución. A poco andar, a lo que en principio era una relación puramente laboral, se sumó la amistad. Ello, fundamentalmente porque en breve tiempo quedó clara su calidad personal, su rectitud, su apego absoluto al trabajo hecho a conciencia; en resumen, una persona en la que se podía confiar sin restricciones. Solo tengo buenos recuerdos de Don Hernán, incluso en situaciones de trabajo difícil, primó el respeto y cooperación. Nunca dejaré de agradecer al destino que haya puesto a Don Hernán en mi camino. Siempre un feliz recuerdo para el inolvidable Don Hernán”, dijo Su amigo y jefe Mario Cantin.

“Como administrador de la “Sociedad Legal Minera Juan Godoy de Chañarcillo” tuve la oportunidad de trabajar con don Hernán González (Q.E.P.D.). Quien nos asesoraba en los temas relacionado con la revisión de exploraciones, superposiciones, boletín minero, Sernageomin y otros tramites relacionados con nuestra pertenencia. Durante muchos años pude conocer sus amplios conocimientos sobre los temas Mineros, su responsabilidad y cumplimiento sobre los temas solicitados, un hombre muy serio, amable, sencillo y de gran experiencia. Que en paz, descanse”, comenta Enrique Morandé O’Reilly, Soc. Legal Minera Juan Godoy de Chañarcillo.

“La región de atacama vio nacer a un gran hombre, un gran amigo, un ejemplo de cultura, nobleza e integridad plena. La amistad y vivencias compartidas con Él quedarán grabadas en mí por siempre y no aceptaré nunca la presencia del olvido”. Expresó Su amiga de vida, profesora de Estado María Soledad Mery Johns.

“Yo y mi familia le agradecen su ayuda anónima don Hernán, en los momentos más difíciles nos dio una manito grande, así como a otros compañeros mineros en Diego y Chañaral, siempre estará en nuestro corazón.” Dijo Juan Araya, minero.

A Don Hernán, fue una primavera de octubre la que le vio llegar y fue una primavera de octubre la que le vio partir, no sin dejar familia, amigos y compañeros, todos agradecidos por su vida y obra