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LA COLUMNA MARCIAL

Por Luis Astorga Camus, presidente de la Federación Sudamericana de Karate Do

El papel de los profesores de Artes Marciales

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No importa la disciplina que practiquen.

No importa el país de origen del Arte Marcial.

No importa si le llaman: Sensei, Shifu, Sabon, Maestre, Kioshi,  Shidoshi  Hanshi o simplemente: entrenador o «profe».

Un profesor de Artes Marciales es mucho más de lo que la mayoría de la gente ve y observa a simple vista.

Es el amigo que aconseja con sabiduría.

Es el hermano que intenta guiarte con paciencia.

A veces también es ese padre que muchos no tuvieron.

Pero fundamentalmente es esa persona que siempre está allí para motivarte, entrenarte y la que busca sacar lo mejor de uno cada día.

Y del mismo modo que sucede en la vida misma, entre los padres y sus hijos, este profesor prepara a sus alumnos para que estén listos para hacer frente (no solo a sus oponentes) sino a las circunstancias de vida.

Y al igual que esos padres deben entender y pasar por todas las etapas de sus hijos, por su adolescencia, por su rebeldía y por su período de alejamiento y distanciamiento, del mismo modo lo viven ellos con sus propios alumnos.

Algunos hijos se pelean con sus padres y algunos alumnos se separan de sus maestros, pero alguna de sus enseñanzas, de sus palabras o frases de momentos compartido siempre quedarán. Porque ambos estuvieron durante su crecimiento!

Y cuando crecen son capaces de entender y comprender todo lo que esas personas hicieron por ellas.

Gracias a todos aquellos maestros de Artes Marciales qué día a día, están allí para acompañar el crecimiento y maduración de sus alumnos!! Y aquellos alumnos que se alejan a pesar del tiempo y de la distancia siempre tendrán un pedacito del amor y cariño que les brindó su instructor durante sus clases!

Porque ellos siempre seguirán pensando en todos y en cada uno de esos alumnos a los que enseñó desde pequeños en el Tatami y sonreirá al recordar los inicios de todos y cada uno de ellos, esperando algún día verlos regresar convertidos en hombres y en mujeres de bien.

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