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80 investigadores alemanes y chilenos hallaron comunidades biológicas de suelo en Atacama

Líquenes, algas, hongos y cianobacterias sobreviven en las arenas del desierto con bajos niveles de agua, su capacidad de fotosintetizar en condiciones extremas y modificar el suelo los convierte en seguros candidatos en una futura carrera para colonizar otros planetas.

(Por Frenny Kelly Granado). En un comunicado de prensa que este jueves envió la Corporación Nacional Forestal (Conaf) se supo sobre el descubrimiento de una comunidad de suelos en el desierto de Atacama que desarrollaron la capacidad de fotosintetizar con menos de la mitad del agua que usan otras costras en el mismo suelo.

El territorio está escondido entre la espesa niebla de la camanchaca costera que cubre sectores del Parque Nacional Pan de Azúcar, donde se llevó a cabo el subproyecto “Biocrusts” que saldrá publicada en la edición de enero de la revista científica Geobiology.

Esta investigación forma parte de la iniciativa EarthShape, programa prioritario alemán-chileno, patrocinado por la Fundación Alemana para la Investigación Científica e incluye un consorcio de 14 proyectos interdisciplinarios, donde participan 60 investigadores alemanes y 20 chilenos de diversas disciplinas científicas e incluye a geocientíficos y biólogos.

Ellos fueron los que descubrieron “una especie de liquen que es nueva para la ciencia” y la cual está ahora oficialmente descrita y nombrada Acarospora conafii, en honor a la Conaf, según relata el doctor Patrick Jung, experto del proyecto Biocrusts.

Patrick informa que además encontraron una nueva especie de cianobacterias que será descrita y publicada a principios de 2020. Esto se suma a las demás especies de líquenes y cianobacterias que son nuevas para la ciencia y de las que ellos estaban al tanto.

En ese sentido agrega que lo interesante de todo esto “es que hay una gran posibilidad de que estas nuevas especies sean endémicas, lo que significa que podrían estar exclusivamente en el Parque Nacional Pan de Azúcar y en áreas costeras comparables en el desierto de Atacama”.

SENSIBLES A LA CONTAMINACIÓN

Según describe el informe final del proyecto, en una zona conocida comúnmente como Las Lomitas, existe una biocenosis de cobertura de suelo compuestas por un conjunto diverso de líquenes, cianobacterias, algas, hongos y otras bacterias que cubren gran parte del paisaje del parque nacional, unidas a cuarzos de granito.

Esta cobertura se conoce como suelo criptogámico, cuyas comunidades responden a cada evento de niebla con actividad fotosintética y por lo tanto se les considera como el “aliento del desierto”.

Pero existe una fragilidad, ya que según explica Patrick Jung, “esta biocenosis no sólo cubre las pequeñas piedras en estas áreas, sino que también las une como una llamada biocorteza. Es decir, una biocenosis comparable no existe en la Tierra y nosotros acabamos de descubrirla ahora”.

Es bien sabido que muchos de los líquenes desaparecen si la contaminación del aire aumenta en una zona; lo mismo ocurre con la acumulación de polvo que producen los coches que circulan a gran velocidad, lo que quiere decir que necesitan aire limpio o de lo contrario mueren.

“El polvo se acumula en los organismos y éstos mueren porque ya no pueden captar la luz del sol que necesitan urgentemente para la fotosíntesis. Además, el pisoteo por los turistas o el ganado es perjudicial para los líquenes y los organismos de la corteza porque destruye sus estructuras. Se sabe que todas estas reacciones ocurren rápidamente y sería una tragedia si estos organismos desaparecieran antes de que siquiera empezáramos a entenderlos”, afirma.

CAMBIO CLIMÁTICO Y COLONIZACIÓN ESPACIAL

Los principales descubrimientos en esta área están aún por comenzar, según explica Jung, algunas especies encontradas en esta biocorteza ya han sido probadas para sobrevivir a las condiciones marcianas simuladas por otros científicos. “Esto significa que pueden sobrevivir a condiciones naturales extremas, pero, por otro lado, todavía es imposible para los científicos cultivar líquenes bajo condiciones artificiales en un laboratorio”, señala.

“Ahora que sabemos que el área está masivamente colonizada por organismos fotosintéticos, también sabemos que esta área juega un papel importante para la fijación global de carbono que debe ser considerada para los escenarios de cambio climático”, destaca Patrick, y agrega que “también demostramos que los organismos están fuertemente adaptados a condiciones extremas y se puede especular si estos organismos son candidatos a la colonización extraterrestre en el futuro”.

PROYECTO EARTHSHAPE

El proyecto EarthShape desafía el modelo de la geociencia, de que los procesos de la superficie de la Tierra están controlados principalmente por el clima a través de la erosión y de las fuerzas tectónicas mediante la formación de montañas. Los estudios buscan fortalecer la hipótesis de que la tierra y la biosfera interactúan en la formación de los distintos relieves con que cuenta la superficie terrestre.

Jorge Carabantes, jefe del departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf en Atacama señala que “este proyecto viene a instalar un nuevo concepto en relación a la conservación de la naturaleza, la que no solo se debe limitar a la flora y fauna nativa en general, sino que a comenzar a considerar a aquellos elementos bióticos que quizás no sean fáciles de percibir en el medio pero que están presentes como eslabones importante del ecosistema”.

“El conocimiento del terreno por parte de los guardaparques sumado al ojo científico y el conocimiento de los investigadores, resultó clave para el éxito y desarrollo de la investigación, lo que ha permitido obtener resultados que benefician a ambas partes y colaboran en la protección del parque nacional”, concreta Carabantes.

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