Una vez más electoras Adultas Mayores son un ejemplo en la Escuela Técnico Profesional
Al igual que en la jornada de la primera vuelta de elección presidencial, el 21 de noviembre, en esta ocasión desde muy temprano llegaron los vocales para constituir sus respectivas mesas e iniciar la atención de electores “madrugadores”, situación que quedó de manifiesto cuando el Encargado Electoral del local, Johanthan Avello precisó “ todas las mesas quedaron constituidas muy temprano con absoluta tranquilidad y los electores comenzaron a llegar de a poquito, como por goteo, pero pasado el mediodía el flujo fue aumentando y ya es un ritmo de votantes parecido a la primera vuelta y recorriendo las mesas he constatado que hay mesas donde ya hay 50, 75 u 80 votos en las urnas, donde el registro del padrón indica que cada mesa tiene 300 electores y no hemos tenido mayores problemas ni incidentes que pudiesen ensombrecer el proceso, salvo persona que olvida su carné o también algún caso donde depositan el voto en la urna sin haberse cortado la colilla con su respectivo número, pero esas son cosas menores que suceden en toda elección”.
Pero al margen de la tranquilidad con que se desarrollaba la votación, una de las cosas más llamativas y alentadoras, de la cual fuimos testigos, fue la concurrencia de algunos adultos mayores que concurrían solos o acompañados de algún familiar y en especial el caso de la señora Elsie Cortés, de 88 años, que llegó acompañada de su hija Ximena y debió solicitar votación asistida, cumpliéndose todo el protocolo para tal efecto en forma expedita y con una solicita atención de parte del presidente de la mesa y del Delegado Electoral. Una vez emitido su sufragio y llevado por el Delegado para ser depositado en la urna, acompañado de la señora Ximena, mientras su madre esperaba muy tranquila sentada en uno de los escaños del establecimiento entregó su testimonio, indicando “a mi edad he participado en muchas elecciones, porque lo hago siempre, estoy acostumbrada y lo hago en esta elección que es importante y uno espera que todo resulte bien. No me costó nada votar, me han atendido muy bien y me voy ahora de regreso a casa con mi hija y ojalá como decía ella mi participación sea una vez como ejemplo para muchos jóvenes que muchas veces no van a votar, yo por lo menos nunca lo voy a dejar de hacer” concluyó levantándose del asiento y dirigirse hacia la salida con paso lento, apoyada en el brazo de hija Ximena, con una sonrisa en los labios, despidiéndose de todos los allí asistentes, reflejo de la felicidad que le invadía por haber cumplido con su deber cívico, sin importar los hermosos 88 años que ha vivido.