Alumnos del colegio Almenar participan en conversatorio de Educación Cívica y Formación Ciudadana

*** El doctor en derecho, Emilio Garrote Campillay, enseñó a estudiantes de 3º y 4º medio qué es la Constitución, para qué sirve y cómo será la transición para redactar una nueva; es decir, habló de los plebiscitos tanto de entrada, como de salida.

(Por Frenny Kelly Granado). “Yo parto siempre en mis charlas con dos preguntas súper básicas: ¿ha leído usted la Constitución?, ¿la conoce?”, confiesa el doctor en derecho y académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Atacama (UDA), Emilio Garrote Campillay, quien inició un programa de educación cívica y formación ciudadana en el colegio Almenar a propósito de la contingencia social que atraviesa el país. “La respuesta siempre es la misma: nadie la ha leído, no la conocen”.

En función a este factor común que predomina en la sociedad, principalmente en los jóvenes, el experto constitucionalista llegó a una conclusión, y es que “este ejercicio demuestra que, en realidad, hace falta mucha educación cívica en este país, porque ¿cómo la gente quiere cambiar algo que ni siquiera conoce?”.

Él tiene razón; si se revisan los programas de estudio de Chile se podría confirmar que hasta 1997 se impartían clases de Educación Cívica en los colegios y que no fue sino hasta abril, de 2016, cuando la Ley 20.911 contempló incluir un Plan de Formación Ciudadana que comenzó a regir este año y que principalmente iba dirigido a los niveles de 3º y 4º año de la enseñanza media.

Sin embargo, llegó el momento de cambiar la historia y los jóvenes no tienen idea, a ciencia cierta, de lo que significa un proceso constituyente y cuáles son las bases para lograrlo con éxito, en función de mejorar el destino del país. En ese sentido es que Garrote Campillay dirige conversatorio a alumnos de enseñanza media para que conozcan los temas que guardan relación con este hecho histórico para todos los chilenos.

“A nosotros jamás se nos había convocado -como ciudadanos- a consultarnos respecto de un cambio constitucional y menos de los mecanismos con los cuales podríamos hacerlo (…) Si uno revisa la historia de Chile fácilmente podríamos darnos cuenta que la mayoría de nuestras Constituciones han sido creadas por élites, es decir, la clase política, y luego solo se nos presentaba el texto ya redactado, sometiéndolo a un plebiscito para aprobarlo o rechazarlo”, comenta el abogado en las charlas informativas que ofrece.

En cambio, ahora el proceso constituyente contempla un plebiscito de entrada; o sea, para preguntar a las personas si quieren o no cambiar la Constitución y sobre las dos alternativas que tendrán respecto a los mecanismos; por un lado, la Convención Mixta y por el otro, la Constituyente; pese a que hay otros métodos que no se van a someter a consulta.

De ahí parte la importancia que le da al hecho de que las personas; fundamentalmente los estudiantes, sepan lo determinante que es su participación y lo imprescindible que es que estén bien informados, por ello, halló una forma académica de explicar en qué consiste una Constitución, cuál es su contenido, qué implican los órganos del Estado y qué funciones tienen, entre otros aspectos.

El doctor cree que en los establecimientos educacionales deberían impartir una formación cívica que enseñe “qué es el Congreso, cómo funciona, cómo se eligen los parlamentarios, qué temas se van a discutir en el proceso constituyente, qué facultades tiene el Presidente de la República, cuáles son los períodos, qué se puede tratar en una Constitución, qué pasa si una materia no está tratada en este texto, a quién le corresponde tratarla; todos esos aspectos tienen que conversarse y discutirse, porque de lo contrario la persona irá a un plebiscito sin tener idea de lo que quiere”.