Las lecciones que dejan en Chile seis meses de teletrabajo
El mundo está enfrentando una de las mayores crisis sanitarias de su historia. Aunque no sabemos cuánto tiempo más durará esta pandemia, una cosa parece segura: muchas cosas han cambiado radicalmente en la vida de las personas, y seguirán cambiando, incluso, en el ámbito laboral. Y Chile no será la excepción.
El coronavirus ha provocado el mayor experimento de teletrabajo en el mundo. En Chile, desde mediados de marzo cientos de oficinas cerraron sus puertas, cifra que aumentó cuando se decretaron las primeras cuarentenas. Desde el Gobierno el llamado fue a privilegiar esta forma de empleo si era posible, por lo que se aceleró la tramitación de una ley que lo regula.
Los seis meses que han transcurrido desde el inicio de la pandemia han permitido sacar algunas lecciones de este formato, comentó Luis Hernán Cubillos, socio de la consultora laboral Egon Zehnder en Chile. «No me gustaría que una vez que haya vacuna todo volviese a ser como antes», comentó el ejecutivo. Por lo mismo, resaltó que existen cinco aspectos positivos que ha acarreado el teletrabajo: la flexibilidad en la forma de producir, la creatividad para enfrentar escenarios adversos, la intimidad que ha generado tener reuniones desde la casa, la mayor productividad al reducir los tiempos de reunión y traslados y la mejor utilización de los espacios de oficina.
Sin embargo, agregó que existen dos aspectos que hacen difícil mantener el teletrabajo como una única opción permanente: el trabajo en equipo y el sentimiento de pertenencia.
LA IMPORTANCIA DE INTERNET
Debido a la expansión del COVID-19 en Chile, gran parte de las empresas e instituciones educativas han decidido implementar el trabajo remoto, lo que ha incrementado bruscamente el uso de Internet en los hogares. Sin ir más lejos, según el más reciente informe de la Subtel, el tráfico total de Internet Fija fue de 2,8 millones de terabytes; es decir, un aumento de 40% en comparación al mismo período del año pasado.
Pero las proyecciones son aún mayores y se espera que esta cifra llegue a cerca del 60%, ya que actualmente la penetración de este servicio en el país alcanza 16,6 suscriptores por cada 100 habitantes, lo que representa un 57% de los hogares. Además, existen 53 millones de servicios de telecomunicaciones a marzo de 2020, lo que se traduce en 2,7 servicios por persona. Este crecimiento exponencial, está impulsado principalmente por el teletrabajo.
CAMBIOS EN LOS BENEFICIOS
La empresa de reclutamiento Robert Half, encuestó a más de 300 profesionales chilenos, dejó en evidencia lo que opinan sobre los beneficios no salariales, antes y durante la pandemia, y cómo han cambiado las expectativas de los trabajadores.
Según los datos obtenidos, para el 60% de los consultados sería interesante que algunos beneficios que entregan sus empresas cambien de ahora en adelante. Por otro lado, el 35% siente que su compañía realizó una buena gestión de beneficios durante la pandemia.
“Antes de la actual crisis sanitaria, los beneficios no salariales se limitaban a bonos de movilización, colación, desempeño y celebraciones nacionales, entre otros. Sin embargo, hoy en día eso está cambiando, ya que la gente tiene mayores expectativas de bienestar, siendo el apoyo psicológico, el respaldo en actividades deportivas y la flexibilidad de horarios, algunos de los más importantes”, afirma Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile.