Teletrabajo: lo bueno, las trabas y su futuro tras el covid-19
Desde que llegó el covid-19 a Chile, hace cinco meses, las empresas debieron adecuar sus equipos a la modalidad de trabajo remoto, lo que ha traído una serie de beneficios para los colaboradores, pero también dificultades que aún no se han podido sortear.
Una encuesta realizada por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) reveló que en marzo un 95 % de las empresas consultadas había implementado teletrabajo, de las cuales el 81 % afirmaba que aquello había sido causa del covid-19.
En tanto, según la última encuesta del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, el 24,7 % de los ocupados había realizado teletrabajo durante la última semana de junio, lo que significa un número cercano a 1,7 millones de trabajadores que estaban ejerciendo funciones desde sus casas.
El subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, aseguró que «el balance es positivo», y agregó que «hoy el teletrabajo está protegiendo empleos que, posiblemente, sin esta alternativa de trabajo a distancia, hoy se hubiesen perdido o, en el mejor de los casos, suspendido». Sin embargo, admitió que el teletrabajo también ha tenido sus complejidades, considerando un sistema que no estaba completamente preparado para esta abrupta transición en cosa de días.
Según dijo, todavía falta desarrollar el cambio cultural, «especialmente en lo que dice relación con los límites», enumerando al menos dos que «debemos fomentar y educar: el primero es el límite familiar (…) Y el segundo con el empleador»; en ambos casos los entornos deben respetar las jornadas laborales desde el punto de vista de la conexión y la desconexión.
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