Presidente del gremio: La Cuarentena envía al comercio copiapino a la UTI

El presidente de la Cámara de Comercio Detallista de Copiapó, Arnaldo Papapietro Vallejo señaló que dicho sector económico está en crisis, por causa de la pandemia, y que la cuarentena envió al gremio a la UTI.

El directivo hizo un descarnado análisis de la situación por la que atraviesa el comercio local, y sus repercusiones.

“La cuarentena no aporta nada bueno al comercio; al contrario, ayuda a que el comerciante esté de mal a peor. Oo sea, en la escala de colores de naranja oscuro pasa a rojo, porque tener cerrado todo lo que significa los negocios que no son esenciales, y también los esenciales, porque se puede disponer un permiso por dos días a la semana para realizar compras y antes podía hacerlo todos los días. El otro tipo de negocio, los no esenciales también están sin vender; realmente cerrados. El comerciante entró en una pandemia económica. Esa es la realidad”, manifestó.

Consultada su opinión además por la reconversión que ha hecho cierto sector del comercio, por el sistema de delivery, manifestó que “si vemos estadísticas que si sus ventas es el 5% o 10% en delivery es demasiado poco. Veo que es un 10%, no mejora, tal vez lo atiende una persona, el dueño, pero de su negocio le falta el otro 90%. Mucha publicidad con el delivery, pero no lo saca de sus problemas económicos”.

El directivo postuló ante el actual estado que afecta al comercio, no deberían pagar contribuciones

“El local comercial que está por pandemia, por obligación y por sanidad cerrado no debería pagar contribuciones. No es justo que si el local está cerrado el gobierno le cobre las contribuciones. Se lo dije también al Intendente. Los locales están cerrados, y después los comerciantes al abrir sus negocios se van a encontrar con 2, 3 cuotas impagas, y ahí viene de nuevo la amenaza de Tesorería: paga, remata o convenio…He conversado con mucha gente y comerciantes, y señalan exactamente lo mismo, que no es justo estar pagando contribuciones por el local que está cerrado. No le estamos pidiendo al Estado que regale o preste, sino que nos exima, porque no es justo pagar contribuciones”, dijo.

Además se refirió a los apoyos que entrega el estado a las pequeñas y medianas empresas, para salvar la actual situación económica y social por la que atraviesan.

“De otra manera, el Gobierno se estaría exponiendo a un desorden social, porque el tema es que la gente tiene que comer y por ejemplo, los garzones, la cocinera, la gente que trabaja en los hoteles que están cerrados, ¿de qué comen?. ¿qué comen?…Si el estado no le da apoyo esa gente de qué come. Debe tener el apoyo del Gobierno, porque tienen las tarjetas reventadas, no su jeto a crédito, puros no. Entonces qué hace?. Es un problema al borde siquiátrico”, añadió.

REPERCUSIONES:

Papapietro Vallejo fue tajante en acotar que “creo que la cuarentena tiró al comercio a la UTI, con oxígenos y tratamiento. Está a las puertas de… la muerte”.

Aún cuando el estado de cosas es crítico para el comercio, por la pandemia su presidente local, dijo que esta etapa puede pasar, y con el aporte de toda la comunidad.

También se refirió a la responsabilidad que le cabe a la comunidad en el tema de la pandemia “Esta etapa se pudiera, siempre y cuando la estadística acompañe. Aquí lamentablemente hay muchos sepultureros o cómplices de la situación. Estos son la gente que no obedece, que no entiende, no le importa; anda sin mascarillas, hacen colas; se van a pasear a la feria y al mall, porque está aburrida. Considero que el control a la feria debió ser antes, con una entrada y salida y al libre albedrío de la gente. En Copiapó la feria funciona seis días a la semana y ahí debieron restringir el ingreso solamente a la persona que va a comprar y no a pasear”

Acotó “son los cómplices y responsables. En el centro pasa lo mismo, debieron  haber puesto restricciones donde la gente que vaya al sector a cumplir trámites o a comprar; pero la gente que va a la plaza  y otros a pasearse, eso no puede ser. Otra situación se produce en calle Chacabuco entre Atacama y Chañarcillo, con una corrida de vendedores hacia los muros y otros hacia la solera; y al medio le hacen el túnel a la gente, y ahí podría haber virus. Creo que la falla es de las personas, porque cada uno es dueño de sus actos. Las autoridades adoptaron medidas porque la gente no fue responsable de sus actos. La autoridad no es una nodriza que la gente para que entienda”.