La historia del llamado «heredero de Usain Bolt» que arriesga una sanción de hasta dos años por saltarse un control antidopaje
Todos los atletas del mundo deben someterse al sistema Adams. A través de una aplicación del celular tienen que comunicar dónde estarán a cada momento del día. El agente antidopaje, si lo estima conveniente, podría caer de sorpresa para realizar un control. Durante el 2019, en tres ocasiones no se pudo ubicar al estadounidense Christian Coleman. El velocista de 23 años ha sido suspendido y arriesga ser inhabilitado por dos años. Coleman está llamado a ser el sucesor de Usain Bolt. Llegó al último Mundial de Doha tras haberse coronado en los 60 metros bajo techo en Birmingham, pero seguía siendo visto como un simple universitario. Sin embargo, en Qatar calló bocas y se quedó con el oro. Este hombre bala se hizo conocido hace un par de años. En Estados Unidos se decía que John Ross, elegido por los Cincinnati Bengals, era más rápido que cualquier velocista. Corría 36 metros en 4’22/100. La universidad donde estudiaba Coleman subió a redes un video en que él lograba lo mismo en 4’12/100. Fue un viral. Ni Bolt era tan rápido a los 21 años. . De niño su sueño era correr, pero en la cancha de fútbol americano persiguiendo el balón ovalado. Nunca podría solidificar ese anhelo. Por su metro y setenta y cinco centímetros de estatura le dijeron que era demasiado pequeño para el deporte rey de Estados Unidos. Ninguna universidad le ofreció beca. «Seguro que muchas se arrepienten ahora», ha dicho.
Tres semanas antes de su gran triunfo en Doha, ya había padecido problemas por faltas sobre la localización antidopaje, pero logró evitar el castigo. «Nunca he dado positivo y nunca daré. Soy el mayor abogado para un deporte limpio», afirmó esa vez en Instagram. Su defensa ahora plantea varias dudas: «Podrían haberlo resuelto con una llamada. Cuando vinieron a controlarme, estaba a cinco minutos de casa, de compras».