Miedo al coronavirus no frena el flujo de migrantes en el desierto
Un total de 764 migrantes, de Níger, Mali y Guinea esencialmente, fueron puestos en cuarentena en Assamaka, en la frontera con Argelia.
Con o sin coronavirus, miles de africanos siguen intentando la peligrosa travesía del desierto a través del norte de Níger y Libia para llegar a las costas mediterráneas, y luego a Europa, pese al plan antimigrantes implementado desde 2015 con patrullas reforzadas y el reforzamiento de la vigilancia por las fuerzas de seguridad de Níger.
Níger, país sahariano entre los más pobres del mundo, ha decretado ya el estado de emergencia, cerrado sus fronteras y aislado la capital, Niamey, del resto del país, por lo que los que son interceptados o rescatados en el desierto son puestos en cuarentena durante 14 días en centros temporales en el norte del país donde la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM) alberga a 1.600 migrantes desde entonces
Un total de 764 migrantes, de Níger, Mali y Guinea esencialmente, fueron puestos en cuarentena en Assamaka, en la frontera con Argelia. Entre ellos había niños, mujeres embarazadas y personas heridas, según la OIM.