Solo uno de los pacientes con Covid-19 en Atacama ha requerido ventilación mecánica
Del total de respiradores que hay en la región, seis están siendo usados. Cinco de ellos por enfermos con infecciones respiratorias no asociadas al coronavirus.
(Por Frenny Kelly Granado). De los 19 ventiladores mecánicos invasivos que tiene la Región de Atacama, seis están siendo usados por pacientes con patologías respiratorias crónica y solo uno de ellos tiene Covid-19; se trata de la mujer de 61 años que, hace una semana presentó los síntomas en Tierra Amarilla y horas más tarde fue diagnosticada en el Hospital Regional de Copiapó, San José del Carmen.
Esto justifica la ocupación de algunos de los respiradores disponibles en el territorio regional, dado que además de esos 19, hay 11 no invasivos y cinco que se pueden transformar; eso sin contar los que existen en la Clínica Atacama, que pueden ser usados por la Dirección del Servicio de Salud en caso de que sea necesario.
El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, afirmó este fin de semana que Atacama solo tenía 45 % de disponibilidad en cuanto a ventiladores mecánicos, pero al perecer la cifra no corresponde, de acuerdo con lo que explicó el director del Servicio de Salud, Claudio Baeza, ya que más de la mitad de los que existen están libres para ser usados.
En todo caso, solo una de los 13 pacientes que -hasta ahora- han sido diagnosticados con la enfermedad ha hecho uso de los soportes de ventilación asistida, dado que desde su ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) su condición de salud no ha mejorado; de hecho, ha presentado un “leve deterioro”.
“Ella está grave, con un deterioro ventilatorio importante”. “Ya va a cumplir su sexto día en UCI; ha presentado un leve deterioro en su estado de salud y su pronóstico sigue siendo crítico”, confesó el jefe de Redes Asistenciales en el balance ofrecido el día de ayer, lunes.
Sobre este caso también habló el Secretario Regional Ministerial (Seremi), Bastián Hermosilla, para tratar de explicar la trazabilidad y, aunque no lo dejó del todo claro, parecer ser la mujer recibió en su casa a un familiar que debía estar en cuarentena por ser de alto riesgo y de ahí pudo provenir el contagio.
“Tras conocerse que la paciente dio positivo, se hizo un despliegue para buscar a las personas que tuvieron contacto estrecho con ella”, al tiempo que se activó “una supervigilancia a los integrantes de su núcleo familiar que vivían dentro del mismo hogar”, acotó el seremi.
En esta pesquisa epidemiológica se consideró la condición de las personas que “tuvieron contacto por una visita dentro del hogar para detectar cuáles de ellas debían tener una cuarentena por ser de alto riesgo”; a estos individuos “se les tomó la muestra correspondiente y fueron los casos que también conocimos como positivos”.
Lo cierto de todo es que “ellos están en el mismo punto físico; es decir, dentro de su casa”, ya que los cuatro pacientes que dieron positivo después que la mujer de 61 años -salvo la profesional de la salud que la atendió- son de la misma familia.
Como medida preventiva, el seremi dijo que también se investiga al personal médico que tuvo relación con la paciente, así como los compañeros de trabajo de uno de los integrantes de la familia. “Se hace una sanitización del lugar donde el trabajador pudo estar presente y se sigue a quienes tuvieron contacto con él”.
En otro orden de ideas, Baeza anunció que los tres hospitales de baja complejidad de la provincia serán reestructurados para que, igual que en los Hospitales Provincial del Huasco y Regional de Copiapó, se pueda ofrecer una atención diferenciada según las patologías de las personas.
De igual forma el director dijo que 18 funcionarios de la salud están en aislamiento preventivo, esperando que manifiesten los síntomas para tomar las muestras correspondientes y determinar si tienen o no, la enfermedad pandémica.
Foto: Referencial