Con dos casos sin trazabilidad Atacama entra en fase 4

Una profesional de la salud dio positivo al Covid-19; ella atendió directamente a la paciente de 61 años de Tierra Amarilla. Ahora hay 29 funcionarios de atención primaria en aislamiento mientras presentan síntomas.

(Por Frenny Kelly Granado). La noche de este jueves tres personas más dieron positivo a las pruebas de diagnóstico de Covid-19 en la Región Atacama; una de ellas es una profesional de la salud del Hospital Regional de Copiapó, San José del Carmen, que atendió directamente a la paciente de 61 años de Tierra Amarilla, la otra es una mujer de 64 años que el 22 de marzo regresó de Estados Unidos con el paciente número siete, y el último -hasta entonces- es un hombre del 24 al que no se determinó trazabilidad de contagio.

Con él y los otros cuatro pacientes que contrajeron la enfermedad tras tener trato directo con la afectada número seis, la Secretaría Regional Ministerial activó la fase 4 en la región que significa la circulación viral libre y la dispersión comunitaria de la enfermedad, lo que -en teoría- debería dar paso a un endurecimiento de las medidas, pero que -de acuerdo con las autoridades- no será necesario porque “ya nos habíamos adelantado a esto”.

El Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Salud, Bastián Hermosilla, informó que una vez que el Ministerio de Salud decretó la fase 4 en el país, el 16 de marzo, Atacama se sumó a las estrategias de seguridad implementadas para evitar la propagación del virus, pero fue el director del Servicio de Salud, Claudio Baeza, el que detalló cuáles fueron esas acciones.

En primer lugar, mencionó la diferenciación de los servicios de urgencias en el Hospital Regional de Copiapó, la habilitación del área de hospitalización en los dos centros de alta complejidad más grandes de la región para tratamiento exclusivo de pacientes con dificultades respiratorias, el reforzamiento del recurso humano, con la contratación de 250 nuevos profesionales.

El asunto es que, estas medidas ya estaban siendo implementadas y, con todo y ellas, se detectaron no uno, sino dos casos sin trazabilidad, lo que quiere decir que tanto la paciente 6 como el 13 no sabían que tenían la enfermedad y, por ende, no cumplieron ningún tipo de cuarentena preventiva, lo que -en pocas palabras- significa una importante fuente de contagio.

De hecho, la funcionaria que estaba en aislamiento y que el jueves fue confirmada como positiva, no es la única que está bajo observación médica, puesto que Claudio Baeza admitió que otros 29 profesionales de la salud están en retiro mientras esperan manifestar la sintomatología para que sus muestras sean procesadas y de ese modo saber si se contagiaron o no.

De los tres últimos pacientes el equipo de epidemiología inició las investigaciones respectivas para rastrear a las personas de alto riesgo que tuvieron contacto con ellos, sobre todo con el último del que tampoco se sabe cómo contrajo la enfermedad, ya que no estuvo ni fuera de la región y, mucho menos, fuera del país.

“Sobre el caso 13 realizamos un estudio epidemiológico de su origen; todavía no hay trazabilidad clara, pero se evalúan su núcleo familiar y laboral para determinar cómo se contagió”, mencionó el seremi de Salud, al tiempo que dijo que sobre la paciente seis “todavía se hace la investigación correspondiente para conocer cualquier relación que haya tenido otros individuos y así prevenir la propagación del caso”.

Hasta la fecha ninguno de los pacientes que se han registrado en la región han sido dados de alta, a pesar que el primero tiene más de 14 días de haber contraído el virus; la mayoría está en hospitalización domiciliaria, excepto la mujer de 61 años de Tierra Amarilla.

Después de su confirmación cuatro nuevos casos relacionados con ella han dado positivo; tres son de su núcleo familiar, entre ellos una bebé de un año.

Foto: Archivos / Referencial