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Aglomeración y poca distancia en filas de bancos y otras entidades

El presidente de la Cámara de Comercio Detallista de Copiapó sostiene que parte de la responsabilidad es de los mismos empresarios que en vez de mejorar la atención para agilizar los procesos, “la empeoró” cerrando sucursales.

(Por Frenny Kelly Granado). Ni las medidas impuestas por las autoridades, ni el aumento de casos en la región Atacama han sido suficientes para que sus ciudadanos se tomen en serio la gravedad de la pandemia que ha matado a más de 78.269 personas en el mundo, de los cuales, 43, se reportaron en este país.

Cada vez se ve a más individuos en las calles haciendo todo tipo de diligencias, a pesar de que gran parte de las empresas públicas y privadas han adoptado herramientas tecnológicas para flexibilizar los trámites de manera online.

Esto se debe a que una parte importante de las operaciones se deben hacer de forma presencial, pero, principalmente, a que muchos atacameños o no tienen confianza en la efectividad de las plataformas digitales, o no saben cómo usarlas o, sencillamente, no tienen acceso a internet.

En todo caso, las medidas que se han repetido una y otra vez por las autoridades sanitarias son absolutamente claras: lavado de manos, distanciamiento social, evitar aglomeraciones y, ahora, uso de mascarillas; el problema es que esto no se cumple.

Uno de los mejores ejemplos, al menos en Copiapó, son las largas filas -sin distanciamiento de un metro o más entre las personas- que se forman en las dependencias de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) y agencias bancarias como Banco Estado o Banco de Chile, por mencionar algunos.

Las personas insisten en aglomerarse; en pegarse unas con otras, a pesar de las demarcaciones que -de acuerdo con lo que afirma la Secretaria Regional Ministerial (seremi) de Hacienda, Soledad Lingua- se han comenzado a colocar en el Banco Estado y en las demás agencias para mantener la distancia.

Además, la autoridad asegura que el personal que trabaja en cada una de las oficinas donde se reúnen los ciudadanos da indicaciones para que respeten los espacios, pero “la gente no ha tenido una buena acogida y, por el contrario, ha insultado a los trabajadores”.

La consecuencia es que se exponen cada vez más al contagio que, de acuerdo con los últimos reportes de las autoridades sanitarias de Atacama, está a la espera de ingresar a una fase cuatro puesto que el sexto caso confirmado no tiene ninguna trazabilidad; es decir, podría tratarse del primer reporte local.

Una mirada distinta le da Arnaldo Papapietro, presidente de la Cámara de Comercio Detallista de Copiapó, quien sostiene que parte de la responsabilidad de lo que hoy en día acontece, sobre todo en los bancos, es de los mismos empresarios que en vez de mejorar la atención para agilizar los procesos, “la empeoró”.

El comerciante puntualiza que, en el caso del Banco de Chile, la estrategia de cerrar dos de sus sucursales obligó a los usuarios a reunirse en la única que está activa y, el resultado, en una enorme fila de varios metros que obliga a las personas a exponerse a todo tipo de agentes contaminantes.

“Por un lado, lamentablemente, no hay una cultura de la distancia u ordenamiento, pero por otro, no hay un verdadero para ayudar a frenar este contagio con una atención más expedita para que no seden las aglomeraciones”, menciona.

Ante este escenario el seremi de Economía, Manuel Nanjarí, también se pronunció y reitera el llamado a la comunidad a tomar las medidas de seguridad e higiene para evitar la propagación del contagio por Covid-19.

“Es de suma importancia que se mantenga la distancia social y utilizar mascarillas al momento de hacer filas en locales comerciales, supermercados, bancos y farmacias, pero lo más importante es que sólo salgan de sus hogares cuando sea estrictamente necesario”, acota la autoridad.

Sobre la consulta si es necesario endurecer las medidas que se han establecido hasta ahora, la seremi de Hacienda dijo que “se ha hecho todo lo que es necesario para que la gente entienda, ya que es lo único que hace falta. No se puede estar obligando a las personas”.

En ese sentido hizo un llamado a que entiendan que esta es “casi una súplica” que se les hace “porque está en juego su salud”, debido al “muy mal comportamiento” que han tenido para asumir las precauciones.

Fotos: Juan Carlos Moreau

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