Copiapinos irrespetan cuarentena comunal y se exponen a la pandemia

Las calles del centro siguen repletas y los establecimientos se han mantenido en normal funcionamiento a pesar de las restricciones hechas el viernes.

(Por Frenny Kelly Granado). Este viernes varios alcaldes de Atacama decretaron cuarentena comunal en sus respectivos territorios locales para las próximas dos semanas; la medida restringe la actividad comercial en aquellos establecimientos donde se distribuyen productos que no son de primera necesidad, tales como gimnasios, Iglesias, cultos, clubes, centros de eventos, restoranes, pubs, discotecas, cafeterías, cabarets, salones de baile, entre otros similares.

El decreto, que fue casi el mismo para todas las comunas, salvo algunas particularidades, establece que solo permanecerán abiertos aquellos locales que abastezcan alimentos, bebidas, medicamentos y artículos de aseo y primera necesidad, como supermercados, farmacias, gasolineras, servicios de venta de agua envasada y gas.

La restricción aplica en los horarios entre las 09:00 y las 18:00 horas de cada día y, para garantizar el cumplimiento, los alcaldes dijeron que fiscalizarían las zonas con mayor flujo de personas, de modo que los habitantes de cada ciudad se apeguen y espeten la normativa legal vigente, que busca -principalmente- protegerlos de un contagio masivo del virus pandémico que azota al planeta.

Pero en Copiapó la gente hizo caso omiso; la regla impuesta por el alcalde Marcos López para garantizar un cordón de seguridad ha sido flagrantemente burlada por las personas que, a diario, recorren las calles del centro, incluso con niños en mano.

Por las calles de la ciudad se ven desde ventas ambulantes de frutas y golosinas, hasta tiendas de ropa y calzados abiertas al público sin que los ciudadanos muestren la más mínima preocupación por una enfermedad que ha causado la muerte de miles de personas en el mundo entero y que, sin prevención, podría asecharlos dado al incumplimiento del distanciamiento social que se ha sugerido.

Se le consultó al alcalde Marcos López -a través de su equipo de asesoría comunicacional- cuáles serían las acciones que tomará para asegurarse de que las personas obedezcan su instrucción, pero hasta el cierre de esta edición no se pudo establecer contacto.

Lo que se leyó en las redes sociales de la Municipalidad de Copiapó, es que “debido a que muchas personas siguen utilizando las bancas de la plaza de armas, estas fueron aisladas de manera preventiva. La medida se está implementando en diversos puntos de la comuna. Una vez más llamamos a la comunidad NO utilizar los espacios públicos durante este periodo”.

En tanto en Tierra Amarilla ha iniciaron un proceso de fiscalización para tomar acciones contra los locales que permanecen abiertos, pese a las indicaciones de mantenerse cerrados. En Caldera una gran parte de los comerciantes se sumó a la cuarentena, pero todavía hay algunos que se mantienen en funcionamiento.

Fotos: Juan Carlos Moreau