Mujeres siguen siendo el escalón de abajo en el ámbito laboral de Atacama
(Por Frenny Kelly Granado). En el Día Internacional de la Mujer las atacameñas recuerdan lo que con esfuerzo han logrado conseguir durante los últimos años, pero, sobre todo, fijan su mirada hacia aquello por lo que todavía luchan por alcanzar y que -desesperadamente- no obtienen: la igualdad.
En una investigación que la Secretaría Regional Ministerial de la Mujer y Equidad de Género de Atacama hizo con información recabada de varios organismos, analizó las brechas que aún existen entre hombres y mujeres en relación a varios aspectos.
La seremi Jessica Gómez Poblete explicó que el estudio que agrupó los alcances obtenidos por las mujeres en la última década, dejó saber que, si bien ha habido algunos avances, como admisión que cada vez son más las que ocupan la posición de jefas de hogar, hay estancamiento en el empleo, por ejemplo.
El informe revela que en 2019 52,3 % de las mujeres de la región tenían participación femenina, lo que en comparación con el 2010 significó un aumento de 12,4 %, pero que sigue siendo insuficiente si se analiza que de esas que trabajan todas ganan 32,4 % menos que los hombres. Bueno, así era en 2017, según la encuesta suplementaria de ingresos que utilizó la Seremía como fuente.
La representante ministerial menciona que todos estos indicadores han tenido un alza en la última década, es cierto, pero cada uno posiciona a la mujer por debajo de la figura masculina; al menos así se lee en el ítem que analiza el ingreso imponible de los trabajadores cotizantes, que establece que ellas obtienen 25,78 % menos.
Respecto a aquellas que en 2009 no tenían ingresos propios hubo una disminución, lo que de alguna manera es algo positivo. Hace más de 10 años 49,9 % de las mujeres dependían del dinero que les daba su marido y ahora el porcentaje está por el orden del 37,9 %.
Otro aspecto importante que analizó el informe fue la educación y, de acuerdo con lo que mencionó la seremi, el aumento de mujeres mayores de quince años que avanzan en su escolaridad aumentó en su grado mínimo, ya que en 2017 solo 9 % de las jóvenes continuaba sus estudios, siendo que en 2002 la cifra se situaba en 8.08 %.
En tanto la proporción de matrículas femeninas en las universidades fue de 53,2 % el año pasado y hace diez años de 48, 8 %; es decir, también fue poco, pero aumentó 4,4 %.
Lo que preocupa a la seremi es que el tema de la violencia en la región se mantuvo casi igual en la última década con una breve variación de 0,09 %, o sea, en 2010 0,57 % de cada 100 mil mujeres fueron asesinadas por sus maridos, mientras que en 2019 0,48 %.
Los femicidios son el tema central de la Agenda Mujer que impulsa el presidente Sebastián Piñera y que busca erradicarlos de la sociedad chilena; sin embargo, es uno de los flagelos que -por más estrategias que se apliquen- parece estar estancado.
Lo mismo ocurre con los otros tipos de violencia en los que la psicológica sigue ocupando un lugar importante, seguida de la física y la sexual.