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Vicente Burgos, Jefe de División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo en entrevista con Diario Chañarcillo

Como es costumbre, diario Chañarcillo trae a sus lectores a los principales protagonistas del acontecer nacional y regional y en esta ocasión es la oportunidad de conocer al jefe de División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Vicente Burgos Salas.

¿Cuáles han sido los principales desafíos y aprendizajes como jefe de la División de Desarrollo Urbano?

«La pregunta viene interesante, profunda, porque efectivamente, si uno compara respecto a cómo llegamos el 11 de marzo del 2022 y los desafíos que han transcurrido en estos ya casi 3 años, ciertamente hay mucho aprendizaje. Me atrevería a decir 3 elementos, el primero dice relación con que la cartera del Ministerio de Urbanismo es una cartera potente, grande, en el fondo que ya tiene una historia; que tiene un peso, pero que en estos años de alguna forma tratamos de quitar una división que nosotros creemos que es fantasiosa entre lo habitacional y lo urbano. Hay un plan de emergencia habitacional y pareciera ser que hay un centro en la vivienda, pero nuestro aprendizaje y lo que hemos tratado de impulsar es que la construcción de vivienda también es construcción de ciudad».

«Cuando estamos construyendo con urgencia de vivienda, también estamos comprando suelo donde se genera ese suelo, por ejemplo, acá en la en la ciudad de Copiapó a propósito del parque Kaukari, en el contexto del plan de emergencia, compramos los terrenos de que están en torno del Parque Kaukari, justamente porque creemos que un proyecto de vivienda ahí no solamente es un aporte al plan de emergencia, sino que también una posibilidad de hacer ciudad en torno a una ejecución que también desde el Ministerio de Urbanismo. Entonces entendemos que de esto tenemos varios ejemplos en Chile. Ese aprendizaje de que la barrera entre urbano y lo habitacional, no es tal, sino que más bien es una inversión de ciudad, que hace el Ministerio de barrio y de ciudad».

«Creemos que es bien importante un aprendizaje, como estamos tratando de instalar como Ministerio, en segundo lugar, yo diría que, entender de que el poder de una firma, el poder de sacar cosas adelante, de decir que sí, es un aspecto central de este ministerio. O sea, hoy día cuesta sacar proyectos en general, y tener un ministerio de comisión territorial: entendiendo que sacar adelante proyectos importa, porque importa la inversión, porque importa que pasen cosas en la ciudad, porque las personas, la ciudadanía puedan ver que hay problemas y esos problemas se resuelvan. Creo que es un aprendizaje importante respecto a cómo podemos ser motores en esas respuestas».

«Un tercer punto porque usted me preguntó por aprendizajes, es que esto no se hace desde una visión política, aquí tenemos que llegar a acuerdos porque la ciudad la construimos entre todos entonces, por ejemplo en el Congreso hemos llegado a grandes acuerdos respecto a modernización de normativas -que podemos contarle precisamente a qué se refiere- pero que hemos tratado de generar un acuerdo de manera tal de que no sea solamente un esfuerzo de este Gobierno, sino que ojalá pueda haber un convencimiento de hacer cuestiones con acuerdos ya transversales respecto a modernización de normativa urbanística».

Vicente, ¿Cómo se puede equilibrar la planificación urbana con las necesidades específicas de regiones como Atacama?

«Usted me pide respuestas cortas, pero son preguntas que pueden dar con seminario, pero si podemos resumir, acá hay dos cuestiones claves. Siempre, por un lado, tenemos necesidades urgentes, tenemos que resolver esto rápido, hay que sacar un proyecto de vivienda rápido. Y eso claramente requiere urgencia y esa urgencia muchas veces choca con necesidades, por ejemplo, aquí tenemos un humedal, acá tenemos un parque y esas velocidades muchas veces chocan. Nosotros lo que hemos argumentado y lo que hemos llevado a la práctica es que la urgencia habitacional no es una excusa, no es una excusa para no hacerlo urbano, sino que es una posibilidad de construirlo urbano».

«El caso Kaukari, por ejemplo. Los planes urbanos nacionales justamente pretenden que la vivienda sea un impulsor también de la gestión de equipamiento y servicio y con respecto a lo local, ciertamente lo local, las necesidades locales también tienen que reflejarse en ese punto, por ejemplo, en los en los planes reguladores comunales. Entonces, si es que nosotros logramos apurar esa tramitación, darle facilidad a que esos acuerdos se tomen, por cierto, que podemos apuntar también a que esas necesidades locales se reflejen, pero para eso es necesario planificar y es necesario de alguna forma tener un momento para que esos acuerdos se puedan tomar y finalmente podamos llegar a cuestiones que reflejen».

¿Qué impacto espera que tenga la ley de acortamiento de plazos de planes reguladores en la planificación territorial?

Bueno, un poco lo que estamos hablando antes. Hoy día, hay muchas personas, mucha ciudadanía, interesados en planificar la ciudad. Determinar cuál es el futuro en los próximos 10 – 15 años sus comunas, con problemas que se encuentran con un procedimiento que es muy complejo de llevar a cabo, que es muy caro, muchas veces requiere muchos acuerdos y tiene una tramitación muy importante. Lo que hace este proyecto de ley, por una parte, es que el proceso de planificación sea más breve; que no requiera grandes procesos que de alguna forma se repetían. Nosotros estamos, estamos haciendo el proceso más eficiente, resguardando participación, pero pudiendo asegurar que parta en un momento y que termine en otro. Estamos estableciendo un plazo máximo de 3 años, que nosotros creemos que después de las modificaciones legales, el plan regulador se va a poder tramitar entre 12 y 18 meses, entonces menos burocrático.

Lamentablemente, a los planes reguladores; los últimos 15 años le hemos dado harta carga de cuestiones necesarias, pero no había una reforma que dijera cómo hacerlo más rápido, cómo modernizar el procedimiento. Bueno, lo que pretende este  proyecto de ley, por un lado, es mejorar estos procedimientos y por otro lado, también establecer una gama de herramientas para problemas urbanísticos o problemas locales que no solo se pueden resolver con la modificación completa para el regulador, sino que con enmienda o incluso con la herramienta de gestión urbana que nosotros creemos que son bien importantes y que podrían hacer mucho más fácil procedimientos que hoy día requieren una movilización completa del plan regulador.

Vamos a realizar la bajada local, proyectos en Atacama, ¿qué proyectos de este están priorizados para Atacama y qué desafíos identifican la región?

«Bueno, el proyecto más importante que tenemos en Atacama y que es conocido a nivel nacional, diría yo el proyecto Kaukari, y nosotros como gobierno, el proyecto del parque, que es un proyecto que ya lleva varios gobiernos ejecutándose y que mantiene todavía varias etapas por ejecutar, más bien hicimos un plan integral en torno también a la producción justa en el entorno que dice relación primero con la compra de terreno. Y luego las licitaciones de viviendas y equipamiento. No van a terminar todo este gobierno, pero que ha quedado una pieza urbana, un plan maestro que de alguna forma se proyecta para el próximo año como una forma para aprovechar la construcción del parche como para ser ciudadanos. Cierto, entonces vamos a localizar vivienda de interés público de distinta índole en uno de los mejores sectores del Gobierno».

«Nosotros creemos que ese tipo de inversión es justamente el que mental ha sido complejo porque se requieren abocar distintas herramientas normativas para ese efecto y justamente una de las intenciones del proyecto de ley es poder asegurar y consolidar que esas herramientas normativas sucedan de manera más rápida».