Región - Actualidad

Director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos: Atacama es de las regiones con más probabilidad de que suceda un terremoto en Chile

Los dos últimos sismos que lograron ser percibidos fueron el martes 13 de febrero –22:31 hrs– de 5.8 grados y el domingo 11 de este mismo mes –18:14 hrs– de una magnitud de 5.4 grados. El primero se ubicó a 53 km al Sur de Huasco, mientras que el otro a 27 km al Noroeste de Huasco, con una profundidad de 36 kilómetros y 44 kilómetros, respectivamente.

Por Rodrigo Valdés Roa

Los sismos que han afectado a la región de Atacama en el último tiempo han traído incertidumbre y dudas ante una posible liberación de energía en la zona y la magnitud de este movimiento telúrico.

Uno de los últimos sismos tuvo una magnitud de 5.8 grados y fue percibido el martes 13 de febrero –22:31 hrs– a 53 km al Sur de Huasco, teniendo una profundidad de 36 kilómetros, según el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.

Anexo a esto, los datos de la misma entidad, muestran que otro de los movimientos telúricos se percibió el domingo 11 de este mismo mes –18:14 hrs–, registrando una magnitud de 5.4 grados, ubicado a 27 km al Noroeste de Huasco y tuvo una profundidad de 44 kilómetros.

La región de Atacama no es ajena a estos movimientos. Según la sismología de este mismo sitio y los reportes de los terremotos más grandes de la historia del país, la tercera región fue azotada en noviembre de 1822 a eso de las 22:30 hrs por un movimiento percibido en Copiapó, donde se registró una magnitud de 8.5 grados, afectando además a la región de Coquimbo y Valparaíso.

100 años más tarde, el 10 de noviembre de 1922, Atacama volvió a ser víctima de estos movimientos con una magnitud de 8.3 grados a 25 kilómetros de profundidad, esta vez afectando a las localidades de Vallenar y Huasco a las 23:53 hrs.

Lo anterior marcó un precedente en la región, pues luego de un siglo se repitió un terremoto con muy similar magnitud. La incertidumbre y las dudas surgen debido a que Atamaca lleva 102 años sin liberar una energía de tal fuerza.

El director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, comentó que la situación sísmica que se ha observado en las últimas horas corresponde a una magnitud “que el lugar donde ocurre y el mecanismo de foco, la geometría de la falla es consistente con lo que sucede con la convergencia de la plaza de Nazca bajo la plaza Sudamericana”.

“Es normal que ocurra. Los últimos casi 10 años ha ocurrido varias veces esta situación de varios temblores…”, señaló, reafirmando que en la región “es una actividad que uno considera regular”.

Por otra parte, descartó poder conocer, con los antecedentes de las seguidillas de sismos, que se aproxime un temblor de mayor magnitud. “Lo que sí sabemos es que la zona de Atacama ya hace más de 100 años que no tiene un temblor importante”, afirmó Barrientos, recordando el terremoto de 1922 que afectó a la ciudad de Vallenar y Huasco.

“Hasta el momento se ha acumulado suficiente de formación equivalente, para producir un terremoto de una magnitud superior a ocho grados”, aseguró el director del Centro Sismológico Nacional.

En este sentido, el sismólogo sostuvo que los terremotos de mayor magnitud superiores a ocho grados “desplazan más de 5 o 6 metros” entre las placas recién mencionadas, algo que “no se logra con los temblores de menor intensidad”, como los de magnitud de 6.0 grados. 

“Los lugares donde es más probable que suceda un terremoto en Chile, la región de Atacama ocupa uno de los puestos con más riesgo”, aseveró. En concreto, respecto a los terremotos ocurridos en la región (1822 y 1922), Barrientos sostuvo que no puede asegurar un posible movimiento sísmico de mayor intensidad, aunque indicó que “es muy poco probable que ocurra otro terremoto como el de Illapel del 2015, antes que el terremoto de Atacama”.

El experto concluyó con que “en la zona de Atacama, no sabemos exactamente cuáles son los límites, cada vez se están dando las condiciones más expropicias para que un terremoto de una magnitud grande pueda ocurrir ahí, antes que en otros lugares”.

Atacama no ha vuelto a ser afectada por dichos movimientos en cuanto a una magnitud mayor a los ocho grados, pues en 1939 Copiapó fue tuvo un fuerte movimiento de 7.4 grados, alcanzando una profundidad de 100 km; en 1946 la misma localidad fue azotada por una fuerza de 7.9 grados, con una profundidad de 50 km; y en 1983 también fue golpeado por un movimiento de 7.3 grados, cifrando una profundidad de 14 km.